Quantcast

Economía

Tarjeta roja al juego sucio con Hacienda: los clubes de fútbol no podrán aplazar sus pagos de IRPF

Cristóbal Montoro durante una comparecencia de prensa

Hacienda ha dicho basta. La Agencia Tributaria ha ordenado que a partir de enero no se puedan admitir más aplazamientos de retenciones de IRPF salvo casos muy excepcionales. Aunque destinada a todo tipo de empresas, la medida obliga a los clubes de fútbol a pagar al Fisco puntualmente. Se acabó eso de recurrir con alegría a unas prácticas que en la Agencia se califican de fraudulentas.

La Agencia Tributaria había detectado que ciertos tipos de empresas hacían un uso espurio de las facilidades para aplazar el pago de retenciones de IRPF: sabedoras de que la Administración tarda unos seis meses de media a la hora de denegar una petición de aplazamiento, estas sociedades se aprovechaban del mecanismo de aplazamientos para posponer una y otra vez los desembolsos que debían.

El perfil típico era el de una entidad cuyos salarios son muy elevados y por lo tanto concentran buena parte de sus gastos en las nóminas. ¿Y qué entidad encaja perfectamente con esta descripción? Pues los clubes de fútbol. Según los datos reconocidos por Hacienda a mediados de 2013 y que incluyen a los clubes de Primera y Segunda que son sociedades anónimas -todos excepto Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna-, el conjunto de los equipos debe cerca de 600 millones al Fisco, de los cuales la mayor parte son precisamente aplazamientos de las retenciones de IRPF.

En principio, la Agencia Tributaria no permitía que se demorasen estas contribuciones, porque se entiende que las retenciones del IRPF pertenecen a los trabajadores y los empresarios son meros gestores de estos pagos a Hacienda. Pero desde 2009 se dio manga ancha a los aplazamientos para dar alivio a las empresas. Y los clubes le cogieron todo el brazo al Fisco aprovechando que podían poner como garantías sus derechos de televisión futuros. Su deuda con Hacienda se disparó al emplear estos retrasos, bien sea negociados o no, para financiarse a coste cero.

En reiteradas ocasiones, la oposición parlamentaria ha denunciado en el Congreso que se permitan estas prácticas a los clubes pese a sus ingresos millonarios. El presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, ha defendido en cambio que primero tiene que conseguir que bajen sus gastos y que luego podrá reclamarles las deudas. Con este propósito, el Gobierno ha pactado con la Liga un código de autorregulación para que a partir de septiembre de 2014 se aparte un depósito del 35 por ciento de los derechos audiovisuales.

Y ahora Hacienda ha dicho basta a los aplazamientos sean del tipo que sean. La Agencia Tributaria ha dado la orden de que se denieguen por sistema todas las peticiones para retrasar el pago de las retenciones de IRPF. Desde enero, enseguida se entra por la vía ejecutiva, empiezan a correr unos intereses de demora mínimos del 5 por ciento y la sociedad afectada se expone al embargo de los bienes. Si bien se podrá recurrir, hay que presentar un informe específico muy bien justificado en el que se razone más allá de cualquier duda que hay problemas de mantenimiento del empleo y que la dificultad de tesorería es transitoria. Es decir, según las fuentes consultadas, será francamente difícil conseguir una moratoria, ya que el artículo 82 de Ley General Tributaria tiene muy tasadas las causas.

“Esperamos que así se reduzcan muy sustancialmente las solicitudes de aplazamientos”, comentó Soledad García, directora de Recaudación de la Agencia Tributaria, este martes ante un grupo de periodistas.

Aproximadamente la mitad de esta deuda con Hacienda está en manos de clubes sometidos a procesos concursales. Sin embargo, la Agencia Tributaria encuentra muchas dificultades cuando se trata de embargar, ya que la mayor parte de sus bienes no pertenecen a los equipos, como por ejemplo los estadios. El Gobierno también intentó apropiarse de la parte de las quinielas que se embolsan los clubes, pero al final renunció a ello ante la amenaza de un cierre patronal.  

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.