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Economía

Hacienda intentó silenciar la rebelión interna por las injerencias políticas en la Agencia Tributaria

Montoro acumula 310 ceses en la Agencia Tributaria en dos años

Hacienda intentó silenciar la rebelión interna de sus altos cargos tras cesar a los responsables de la inspección a Cemex. La Agencia Tributaria destituyó a una inspectora de la sección de grandes tributos que forzó el cobro de una multa de más de 400 millones a la cementera por fraude en el IVA y el IRPF. Tras el cese, el jefe del área de grandes contribuyentes presentó también su dimisión denunciando lo que describía como una “injerencia política” que pretendía blindar a una empresa que iba a invertir en España. Esas dos dimisiones han venido acompañadas de otras más a las que no se ha dado trámite, aseguran fuentes de la Agencia Tributaria. Oficialmente, Hacienda asegura que varios inspectores han "amenazado" con dimitir pero no han hecho efectiva esa renuncia.

La rebelión interna contra lo que los inspectores describen como "injerencias" se pretendió acallar desde el Ministerio. El delegado central del área, Ignacio Huidobro Arreba, convocó la semana pasada a algunos responsables del área para justificar los ceses, según relatan algunos de los presentes en ese encuentro. Huidobro negó que la decisión del cese respondiera a favores políticos a la empresa y atribuyó la decisión del relevo a que “se habían contravenido sus instrucciones”. Sin embargo, no explicó por qué dio instrucciones de detener una inspección y expediente de sanción avalado por criterios técnicos a una empresa. Oficialmente, Hacienda reconoce que se produjo ese encuentro y "otros más", afirma el Ministerio, que explica que se buscaba "calmar a los inspectores pero no silenciar su protesta". Esas explicaciones convencieron a muchos, afirma el Ministerio.

Más inspectores han presentado ceses que todavía no han sido atendidos

Según revelan fuentes de la Agencia Tributaria, más responsables de la oficina han presentado ya sus dimisiones pero la AEAT no las ha aceptado todavía y sus ceses no han sido atendidos. Según esas mismas fuentes, los afectados no han forzado su reemplazo para no perjudicar a plazos y procesos en marcha pero sí han mostrado su disconformidad con la paralización de procedimientos y reclamaciones de sanciones que describen como “plenamente justificadas en criterios técnicos”. Al ministerio "no le consta" que esas dimisiones se hayan materializado ya.

Las injerencias políticas y la paralización de expedientes ya había sido denunciada por los trabajadores de Hacienda que aseguran que se está produciendo un “endurecimiento del control político” de la Agencia Tributaria por parte de Cristóbal Montoro. En apenas año y medio de gobierno, Montoro sumaba ya 310 ceses, tal y como reveló Vozpópuli.  

Hacienda: "Las polémicas dañan la lucha contra el fraude" 

La Agencia Tributaria (AEAT) ha emitido un comunicado en el que, paradójicamente, no achaca los problemas de imagen a las injerencias en torno a quién debe ser inspeccionado y quién no. En opinión de la Agencia, es la “polémica” generada por los relevos en el fisco lo que "perjudica gravemente" la actuación en la lucha contra el fraude.

La AEAT justifica los relevos y nombramientos de confianza con el argumento de que “el sistema de libre designación está regulado en la legislación vigente y el número de puestos de estas características existentes en el organismo es el que se considera adecuado en cada momento para alcanzar la mayor eficacia y eficiencia”.

Hacienda justifica los ceses como los "considere adecuados en cada momento para alcanzar la mayor eficacia y eficiencia"

La Agencia tampoco critica la revisión política del expediente de Cemex sino “las referencias a un determinado expediente” porque –sostiene—“rompen la garantía de secreto de las actuaciones con la que la institución y todos sus funcionarios deben estar comprometidos".

Horas antes de emitir ese comunicado, Hacienda responsabilizó de los ceses al nuevo director de la Agencia Tributaria, que lleva cuatro meses en el cargo. “Los cambios cabe enmarcarlos en la reestructuración de equipos vinculada al cambio de dirección”, decía a la agencia Efe un portavoz del Ministerio. Horas después, la Agencia Tributaria emitía un comunicado que concluía afirmando: "El prestigio de la AEAT deriva del trabajo y esfuerzo de todos sus funcionarios en el cumplimiento de los objetivos de lucha contra el fraude de la institución".

Hacienda para ricos, Hacienda para pobres

El Partido Socialista ha denunciado la “injerencia política clara” que se está produciendo en la Agencia Tributaria. El portavoz de Hacienda del grupo socialista, Pedro Saura, ha denunciado una cadena de ceses que "hace un  daño irreparable en la lucha contra el fraude fiscal" y lo que ha descrito como una serie de "regalos fiscales para los amigos" del PP, mientras que los ciudadanos "tienen que pagar más impuestos".

Por su parte, la Izquierda Plural ha denunciado la existencia de unas normas para los ricos y otras para los pobres. Gaspar Llamazares ha solicitado la comparecencia en el Congreso del director de la Agencia tributaria, Santiago Menéndez, para que dé explicaciones sobre este asunto ante lo que ha descrito como “presiones políticas" que "no solamente tienen que ver con los casos abiertos, como es el caso Urdangarín", sino también con "casos de empresas”. "Da la impresión de que hay una Agencia Tributaria para los de a pie, para los que tenemos un salario, y otra para las grandes empresas", y que el Gobierno "está beneficiando" a esas multinacionales "aunque sea a costa de una crisis" en la Agencia Tributaria, concluye Llamazares. 

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