Publicado: 06/06/2013 04:00
El juez del caso Miguel Blesa ha sido contundente con el ex presidente de Caja Madrid. Ordena su encarcelamiento ante la gravedad de los delitos y “la capacidad de Miguel Blesa de frenar la investigación mediante llamadas y presiones a testigos”. Así se lo transmitió el propio magistrado Elpidio José Silva al acusado antes de ordenar su prisión incondicional, tras un interrogatorio de casi tres horas de duración en el que el instructor planteó que si Blesa seguía libre podía organizar las respuestas de otros testigos y coordinar versiones.
El interrogatorio al ex presidente de la entidad tuvo dos partes claras:
Durante la primera ronda de preguntas, el juez preguntó al ex presidente de la caja madrileña por la estructura de la operación de compra del City National Bank of Florida, la entidad adquirida por Caja Madrid en 2008, una estructura que Blesa justificó por “cuestiones financieras”.
Después, el juez leyó en voz alta tres correos electrónicos que el expresidente de Caja Madrid había cruzado con Ildefonso Sánchez Barcoj, ex director financiero de Bankia, en los que ambos daban a entender que estructuraban en dos tramos la operación de compra para escapar al control de la Comunidad de Madrid.
- En el primer e-mail Barcoj dice a Blesa: “Como sabes cubrimos en su momento no sólo la totalidad de las dos compras sino 100 kilos más por si se ponía algo a tiro”, algo que a juicio del magistrado revela que reservaron fondos para evitar el control institucional
- En el segundo e-mail Blesa responde: “No era sólo por el encarecimiento sino por el límite de autorización de la Comunida de Madrid (…) Moraleja: hazle a todo la prueba de estrés, lo que puede salir mal sale mal y si sale mal… ni te cuento”.
- En el tercero Blesa recibe un mensaje: “Te hicimos caso… y más”
Tras esa lectura el juez replanteó su cuestionario e insistió en las cuestiones sobre si se había intentado escapar al control de las autoridades. El ex presidente de la caja madrileña aseguró que no recordaba los términos exactos en que se había expresado en aquellos e-mails.
“Los indicios son más incriminatorios cada día que pasa”, aseguró el magistrado, que mencionó el informe del Banco de España publicado por Vozpópuli en el que se describía cómo Caja Madrid partió en dos tramos la compra del City National Bank of Florida para evitar superar el 5% del fondo de reserva de la caja que obligaba a consultar con la Comunidad de Madrid la operación.
El Fiscal de la causa también interrogó a Blesa y argumentó que el ex banquero tenía un importante "arraigo social" y había colaborado con la Justicia para oponerse a que se le impusieran nuevas medidas cautelares. Blesa respondió a las preguntas de todas las partes (juez, fiscal y su abogado) salvo a las de la acusación particular, ejercida por el sindicato Manos Limpias.
Turno de palabra para Blesa antes de dictar su orden de prisión
El juez concedió a Miguel Blesa un último turno de alegaciones antes de dictar las medidas cautelares. En éste, el ex presidente de Caja Madrid defendió su actuación tanto ante el tribunal como al frente de la entidad financiera. “Nunca me he embolsado comisiones”, llegó a decir al magistrado antes de escuchar su orden de prisión.
“Los indicios son más incriminatorios cada día que pasa”, le espetó el juez poco antes de ordenar su ingreso en prisión sin fianza
El juez justificó su decisión anterior con la que había permitido a Blesa abandonar la cárcel si depositaba 2,5 millones de euros, asegurando que había querido ser “escrupuloso” y que había impuesto esa medida porque la acusación ejercida por Manos Limpias solicitaba la libertad bajo fianza. Sin embargo, en esta vistilla la acusación pidió la prisión incondicional, y el juez decidió concederla en esta ocasión.
La policía judicial esposó a Blesa en la misma sala donde prestó declaración, momento en el que banquero pareció vernirse anímicamente abajo, según relatan fuentes jurídicas testigos de aquellos instantes. Poco después, los agentes lo condujeron a los calabozos de ls Juzgados de Plaza Castilla para su posterior traslado a la prisión de Soto del Real, la misma cárcel donde hace sólo dos semanas ya pasó 19 horas recluido por orden del mismo juez.
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