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Economía

La banca hace lobby ante la cumbre con Draghi del lunes próximo: "no podemos ser menos que Alemania"

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.

El sector lo define como el punto de partida de la futura unión bancaria. Será el próximo 18 de noviembre. En apenas una semana, la banca española ha sido convocada por Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, para detallarle tanto el calendario de implementación de la futura unión bancaria como explicar la metodología que van a aplicar tanto la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) como el propio BCE en sus pruebas a la banca europea. La banca española aprovechará ese foro para solicitar igualdad de trato de cara a esas pruebas frente a otros sectores financieros europeos, como el alemán, o la homogeneización de determinadas normativas, como la de los activos ponderados por riesgo, mucho más severa en la regulación nacional que en el resto de Europa.

Las entidades españolas confían en salir de ese encuentro en Francfort, según confirman fuentes del sector, con una visión más profunda de estas pruebas frente a las meras generalidades que se conocen por el momento. El pasado 23 de noviembre, el BCE anunció que la evaluación consistirá en tres elementos. Primero, una revisión cualitativa y cuantitativa de los riesgos, incluyendo liquidez, endeudamiento y financiación. Después, una revisión de la calidad de los activos para asegurar la transparencia de la exposición de los bancos a la calidad de sus activos. Esto incluirá la valoración adecuada no sólo del activo en sí, sino del colateral y las provisiones relativas (se incluyen los préstamos morosos, los refinanciados y la exposición a la deuda soberana). Por último, un test de estrés para examinar la resistencia de los balances bancarios a unos escenarios de estrés. Estos escenarios aún deben pactarse con la EBA.

Pese a que la banca española se siente confortable ante estos ejercicios, tras el esfuerzo en saneamiento y capitalización fruto del rescate bancario, se desconfía de que parte de la letra pequeña de estos exámenes pueda desfavorecerla frente a las entidades alemanas, principalmente. "No podemos ser menos que Alemania. Ese país ya ha logrado salvar que buena parte de su sistema financiero (las landersbank, sus cajas de ahorros) queden fuera del control europeo ante la gran cantidad de dudas que existen sobre su situación", explican en el sector. "El rescate obligó a hacer a la banca española un ejercicio de transparencia que no se ha reproducido en ningún otro país. Confíamos y pediremos a Draghi que toda Europa lo haga en los próximos meses", asegura otra fuente del sector.

A diferencia del ejercicio de la EBA, que ha marcado un mínimo de capital del 8% sobre los activos ponderados por riesgo, el examen del BCE no cuenta aún con una metodología definida ni el requisito mínimo de solvencia que servirá de frontera para aprobar o suspender los futuros test de estrés. En el sector no se descarta que este umbral de capital mínimo pudiera superar el 9% exigido en el escenario de Basilea III fully loaded.

La banca española acude a la cita con Draghi con los resultados del último examen del Banco de España bajo el brazo. Según los recientes test de estrés y revisión de carteras de activos efectuados por el supervisor, quince entidades españolas cuentan con un colchón de capital de 28.600 millones en un escenario económico más adverso que el actual. Estas pruebas, como adelantó Vozpópuli el pasado 16 de septiembre, se han realizado por encargo de Draghi.

El informe también refleja los resultados provisionales de la revisión de la cartera de créditos refinanciados del sector. “Los datos preliminares sitúan el saldo adicional de provisiones a realizar en cerca de 5.000 millones. En todo caso, las provisiones a realizar que surgen del ejercicio van a ser asumibles por las entidades en sus cuentas de pérdidas y ganancias”, explica el supervisor español.

Sin embargo, el Banco de España hubiera realizado este tipo de prueba aunque no hubiese existido el mandato del organismo que preside el financiero italiano. "Tras el rescate, Linde quiere que la banca española llegue impoluta a la supervisión única del BCE", confirman fuentes del sector.  Luis de Guindos, ministro de Economía, esgrimirá este jueves ante Bruselas el resultado de estas pruebas para confirmar la necesidad de que se ponga fin al rescate bancario español.

Draghi convocó por carta a los 16 grupos financieros españoles que quedarán bajo el manto del BCE como supervisor único. Así, acudirán a la cita los primeros ejecutivos y responsables de regulación del Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell, Popular, Bankinter, Kutxabank, Unicaja, Ibercaja, BMN, Liberbank, Novagalicia, Catalunya Caixa, CEISS y Cajamar.

Este grupo de entidades españolas forman parte del apenas 2,1% del sistema financiero europeo (180 entidades) que quedará adscrito a la supervisión única del Banco Central Europeo.

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