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Economía

Los líderes de la Unión estudian la creación de un Fondo de Garantía de Depósitos europeo

Los líderes de la UE tienen en sus manos propuestas para la creación de un fondo de garantía de depósitos europeo que disipe el mayor miedo que existe entre los inversores: un pánico bancario. Los italianos están empujando en esa dirección y los distintos Gobiernos se encuentran en estos momentos intercambiando borradores. 

El Parlamento de Estrasburgo presentará pronto su informe sobre la resolución de crisis bancarias con ideas que avanzaran por ese camino. En España, el propio ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, siempre ha defendido y maneja documentos sobre la instauración de un fondo único que garantice que los ciudadanos no paguen en el caso de una crisis financiera transfronteriza.

Al mismo tiempo, un informe de Goldman Sachs alertaba este martes de que la volatilidad en la eurozona ha evolucionado hacia una nueva fase: ahora se cuestiona la estabilidad de los depósitos en las entidades, sobre todo después de observar la fuga de impositores de unos bancos griegos ya sólo soportados por el BCE.

Las autoridades europeas tienen sobre la mesa papeles que explican que existe el peligro real de una sangría de fondos desde los países estigmatizados de la periferia hacia aquéllos que tendrían una moneda fuerte o seguirían dentro del euro. Y que ese hipotético proceso se podría evitar con un fondo de garantía de depósitos paneuropeo.

Además, esta medida podría representar una alternativa al uso del Frob o de fondos europeos para tratar con las entidades insolventes en España. En lugar de recapitalizar todas los bancos, así se podría dejar caer los malos a costa de este fondo, de modo que no se llegase al temido rescate que siempre señala a un país y ahuyenta a los inversores.

Sin embargo, el problema residiría en la letra pequeña. Por un lado, precisaría de más tiempo del que dispone Europa ante los mercados. Algunos expertos consultados hablan de tres a cuatro años. Por otro lado, la duda principal se resumiría en quién lo paga. Según Margallo, se podrían ir traspasando los fondos nacionales y, paso a paso, acumular uno europeo. En cualquier caso, antes hay que dar los pasos para que se armonice la regulación de todos los fondos de garantía.

En la cena que celebra Van Rompuy con los gobernantes europeos, se discutirán éstas y otras ideas. Hasta el momento, Merkel sólo ha dado el sí al mejor aprovechamiento de los fondos estructurales, la aportación de más recursos al Banco Europeo de Inversiones y la emisión de bonos que financien proyectos específicos. Todos juntos constituirían una suerte de Plan Marshall para reactivar la economía europea en medio de los ajustes. Aunque durante la velada se mencionarán otras posibilidades, como el reforzamiento del fondo de rescate para inyectar dinero en los bancos o la implementación de los eurobonos defendidos por Hollande.

Sin embargo, el tema central será el uso del BCE con el fin de calmar los mercados y rebajar las primas de riesgo, algo que ya han defendido en público durante los últimos días Rajoy y el ministro polaco de Finanzas, Jacek Rostowski. Y otro punto de conflicto estribará en la relajación de las metas de déficit, asunto sobre el que se puede estar perfilando un cierto consenso de cara a las recomendaciones de la Comisión del próximo 30 de mayo. 

Fuentes europeas explican que, no obstante, la cita durará unos 120 minutos y que han de hablar 27 líderes, por lo que habrá muy poco tiempo. De ahí que Rajoy haya decidido que mantendrá un perfil bajo. Además, no se ha consensuado un borrador y, por lo tanto, resultará harto difícil que se publique una declaración oficial. 

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