Publicado: 05/06/2012 04:00
El sustituto de Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España se está jugando en las últimas semanas en tres barajas diferentes. Se conoce desde hace tiempo que el candidato del ministro Luis de Guindos es Luis Linde, recientemente aupado al Consejo de la institución, pero que sus aspiraciones chocan con las del propio Mariano Rajoy, que desearía contar en el viejo caserón de la calle Alcalá con su amigo Fernando Becker y también con las de la propia maquinaria interna de la casa, que también tiene sus tentáculos en el Banco Central Europeo. De esta última cuadra son José Manuel González Páramo y Antonio Sáenz de Vicuña. El primero ha sido hasta la semana pasada consejero del BCE y el segundo el candidato frustrado a relevarlo en el puesto.
Fuentes del PP señalan que el Gobierno ha incluido en el paquete de negociaciones con el BCE y con Bruselas para el rescate de la banca el nombre del futuro gobernador, lo que en buena lógica da ventajas a González Páramo y a Sáenz de Vicuña. En Moncloa ni se confirma ni se desmiente tal información. En el partido que apoya al Gobierno se reconoce el gran prestigio profesional de González Páramo y también que su arranque como gobernador tendría la ventaja de que no partiría de cero. Sin embargo, su perfil de independencia no encaja con el que prefieren habitualmente los dos grandes partidos. Durante la travesía del desierto en la que el PP se ejercitó en la oposición durante ocho años, González Páramo no se distinguió precisamente por colaborar con su equipo económico, más bien al contrario. Y este dato, si finalmente las presiones del BCE no surten efecto, le terminará pasando factura.
En todo caso, lo que se reclama desde la dirección del PP al Gobierno es que actúe con autonomía y también haga un ejercicio de soberanía, eludiendo las presiones del BCE y de Bruselas para el nombramiento del gobernador.
La designación de González Páramo no sería bien recibida por el PP, que reclama autonomía en el nombramiento
La dirección del PSOE observa de cerca la negociación que el Gobierno mantiene a todos los niveles con Bruselas, con especial protagonismo para Luis de Guindos. Le interesa hacerlo porque ha pactado con el ministro de Economía que la sucesión en el Banco de España no seguirá el modelo de 2006, cuando Zapatero y Solbes impusieron a MAFO sin negociar con el PP el nombre del subgobernador. Ahora Guindos es firme partidario de que el relevo en la institución sea consensuado, por lo que los socialistas han puesto en juego el nombre de Vicente Salas como subgobernador, aunque también defienden el del ex secretario de Estado de Economía José Manuel Campa.
Salas dejó el Consejo del Banco de España hace tres semanas cuando venció su mandato, pero ya está pactado que regrese a los órganos de gobierno de la institución ocupando la vacante que dejará Ana Sánchez Trujillo, nombrada también por Solbes en 2006.
El Gobierno designará muy posiblemente en el Consejo de este viernes su candidato a gobernador para que sea propuesto por el Rey. El mismo viernes por la tarde o a principios de la semana que viene, el Banco de España celebrará un consejo extraordinario para la elección de su nuevo ‘staff’.
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