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Economía

La recuperación no llega a los sueldos: quedarán congelados en 2014 y bajarán un 0,2% en 2015

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presenta en el Congreso de los Diputados los Presupuestos de 2015

Los presupuestos de la recuperación no incluyen la recuperación de los salarios. De hecho, el Gobierno espera que las nóminas vuelvan a quedar congeladas este año e incluso que bajen el que viene otro 0,2%. Así lo reflejan los detalles del escenario macroeconómico que dibujan los Presupuestos Generales del Estado para 2015 que prevén que la llamada “devaluación interna” se convierta en permanente.

Según el cuadro que el Ejecutivo ha elaborado para sus cuentas públicas y que incluye las actualizaciones contables a las que obliga Bruselas, los precios volverán a subir tanto o más que los salarios durante los próximos dos años lo que significa que las nóminas volverán a perder poder adquisitivo. Así: 

  • En el año 2014, el Gobierno plantea una subida de precios del 0,1% y una subida de los costes laborales unitarios del 0,2%, es decir, que los sueldos apenas ganarán un 0,1% de poder adquisitivo este año.
  • En el año 2015, la situación para los asalariados será todavía peor porque el Gobierno prevé una subida de precios del 0,6% y un aumento de los costes salariales del 0,4%, es decir, un empobrecimiento de los salarios del 0,2%.

Los Costes Laborales Unitarios (el coste salarial medio que cuesta producir una unidad de producto) sirven de termómetro para medir la competividad de una economía que el Gobierno pretendía reforzar con la reforma laboral. Sin embargo, el escenario dibujado para los próximos años plantea ahora dos paradojas claras: primero, el Gobierno espera al mismo tiempo que los trabajadores ganen menos y que también gasten más: según los cálculos que plantea, el consumo privado subirá un 2% este año con los salarios congelados y que se disparará un 2,1% en 2015 pese a que las nóminas sufran ese recorte en su capacidad de compra.

Esa contradicción se refuerza si se contemplan además las pensiones, que también perderán poder adquisitivo. En concreto, las pensiones subirán un 0,25% el año que viene mientras los precios suben un 0,6% lo que implica un empobrecimiento del 0,4% de los pensionistas en el primer año de aplicación del nuevo sistema de cálculo.

España, bronce en bajadas salariales

España ostentaba ya la medalla de bronce en devaluación salarial, según el informe de la OCDE Taxing Wages que revela que sólo Grecia y la República Checa han sometido a sus ciudadanos a recortes salariales aún mayores que los que ha aplicado nuestro país. De hecho, la reforma laboral que entró en vigor en 2012 ha seguido teniendo efectos en 2013. Así, mientras los griegos recortaban sus nóminas una media del 6,7% y los checos un 2,7%, España ha aplicado un recorte salarial medio del 1% a todos sus ciudadanos en el último año.

La segunda paradoja es la de la recaudación de impuestos. La menguada capacidad de compra de los salarios contrasta con las cuentas de Hacienda que espera recaudar un 6% más vía impuestos. En concreto, la Agencia Tributaria augura que los impuestos directos (IRPF) y cotizaciones sociales crezcan un 3,9% y que los impuestos indirectos (fundamentalmente el IVA) aumenten otro 17,2% el próximo año.

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