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Economía

El Gobierno confecciona sus Presupuestos de 2014 con una previsión de crecimiento del 0,7%

Luis de Guindos, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro.

El Gobierno está confeccionando los Presupuestos Generales del Estado 2014 de acuerdo con una previsión de crecimiento del 0,7 por ciento, en línea con la estimación media de las 19 instituciones que elaboran el consenso de Funcas y dos décimas más que el 0,5 por ciento que se anunció en abril. Aunque esta cifra puede estar sujeta a cambios hasta el último momento, por primera vez desde el comienzo de la crisis se intentan presentar unas cuentas públicas sobre pronósticos realistas, explican fuentes gubernamentales.

En la rueda de prensa del Consejo de Ministros del 26 de abril, unos cariacontecidos Soraya, Guindos y Montoro bosquejaron un cuadro de previsiones macroeconómicas muy lúgubres a la vez que realistas. De acuerdo con sus estimaciones, la economía no crecería por encima del 1 por ciento hasta 2016. Acto seguido, las encuestas arrojaron un severo castigo a la intención del voto del PP. Y desde entonces, el Ejecutivo ha intentado trasladar al electorado una panorama más positivo, acompañado por una serie de indicadores que apuntan a una ligera recuperación.

La incógnita estriba en si esta salida de la recesión en 2014 supone un mero rebote estadístico después de las caídas anteriores del PIB o si representa el comienzo de un crecimiento más sólido. En el entorno de Luis de Guindos se muestran bastantes convencidos de que puede ser lo segundo, y de que en 2014 el PIB podría crecer incluso en el entorno del 1 por ciento, conforme sigue bajando la prima de riesgo, se gana más competitividad y retorna la inversión.

Más gasto en pensiones

Tal y como ya ha avanzado Vozpópuli, pese a que habrá que rebajar el déficit del conjunto de las Administraciones hasta el 5,8 por ciento, los Presupuestos de 2014 subirán el gasto un 2,7 por ciento, debido a que el Estado tendrá que elevar las transferencias a la Seguridad Social en casi 5.000 millones.

Con cerca de 90.000 personas jubilándose al año e ingresando una prestación más alta, los desembolsos en pensiones aumentarán en unos 8.000 millones desde un total de 121.000 millones. Y este aumento se comerá buena parte de los ahorros, recortes y alzas de ingresos fiscales introducidos en los Presupuestos.

Intereses y paro

Habrá cierta contención en el gasto de intereses, que disminuirán por primera vez desde el estallido de la crisis de un presupuesto a otro. Si para este año se presupuestaron 38.000 millones, para 2014 se prevén pagos por valor de unos 36.000 millones, gracias a la relajación de la prima de riesgo. Sin embargo, aunque a menor ritmo, los intereses en realidad seguirán subiendo, ya que en 2013 finalmente se abonarán unos 34.000 millones en lugar de los 38.000 millones previstos. Es decir, aun con los intereses cayendo, el creciente tamaño de la deuda hace que la factura engorde y sume los 36.000 millones.

El coste del subsidio de desempleo se reducirá, en parte porque se han recortado y endurecido las prestaciones, en parte porque cada vez más parados agotan las ayudas. De hecho, ya está menguando: en junio, esta partida descendió un 5,5 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.

Más ingresos

Aunque el repunte de la actividad debería plasmarse en una mejora de la recaudación, Hacienda seguirá exprimiendo al contribuyente. Los recargos del IRPF e IBI se mantendrán y los ingresos fiscales engordarán en unos 5.000 millones, situándose en los 128.000 millones. Una buena parte de ellos se conseguirán mediante subidas de impuestos ya aprobadas en abril, cuando se eliminaron deducciones en el Impuesto de Sociedades, se gravaron los gases fluorados y se subieron los tributos de las bebidas espirituosas y el tabaco. En total, Hacienda espera recaudar por estas medidas anunciadas en abril unos 4.600 millones al año.

Congelación de sueldos y recorte a la inversión

Pese a que se congelarán los sueldos de los funcionarios, el capítulo de personal apenas bajará, pues las pensiones de las clases pasivas suben y las paga el Estado y no la Seguridad Social. Ya en mínimos, la inversión volverá a sufrir otro tajo, si bien menor que en años anteriores. Y el gasto de los Ministerios se reducirá en un 0,7 por ciento, alcanzando los 36.000 millones, exactamente lo mismo que se desembolsará por intereses.

Todo ello se hace con la intención de rebajar el déficit hasta el 5,8 por ciento comprometido con Bruselas. Aunque la leve mejora de la actividad puede ayudar, las cuentas de 2013 ya parecen desviadas y podrían terminar lastrando las que se elaboran para 2014 al calcularse sobre unos presupuestos que no se cumplieron.

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