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Economía

El cese de Nin enfría la opción Barclays ante el empeño de Fainé por adquirir Catalunya Caixa

Juan María Nin, ex consejero delegado de Caixabank.

El cese de Juan María Nin no sólo abre una nueva etapa en Caixabank sino que tendrá efectos colaterales en el sector. Para empezar, en el devenir de los procesos de venta de Barclays y Catalunya Caixa. En ambos casos, la entidad presidida por Isidro Fainé se muestra entre las firmas finalistas. Con diferente nivel de apetito. Mayor interés por la filial española del banco británico, por la que también puja con fuerza BBVA, que por la nacionalizada. Sin embargo, la ecuación puede invertirse con la salida del ex consejero delegado, según confirman fuentes del sector, que explican que Caixabank enfriará su apuesta por Barclays. Un cambio de timón que beneficiaría a la entidad presidida por Francisco González.

La operación de Barclays era una apuesta personal de Nin. El ex CEO defendía la compra de la filial británica por su mayor sentido financiero frente a la adquisición de Catalunya Caixa. De hecho, desde algún despacho de la torre de Caixabank se reconocía a finales de la pasada semana que Barclays "tenía mejor encaje" debido a la menor reestructuración que habría que efectuar frente a Catalunya Caixa y la mayor aportación al negocio que podría suponer la compra de la filial nacional del banco británico. En este empeño, el ex consejero delegado contó con la resistencia de algunos sectores de la propia entidad, aseguran en el sector, más proclives por la puja por la nacionalizada. Incluso algunas fuentes señalan que Fainé es más partidario de la adquisición de Catalunya Caixa que de Barclays.

De hecho, el presidente de La Caixa dejó patente, el pasado 23 de mayo, sus preferencias en una entrevista concedida a Catalunya Radio. "Presentaremos una oferta razonable, mejor que nadie... Somos los que mejor lo podemos hacer (en referencia a la absorción)", apuntó Fainé que razonó que acudiría a esta subasta "por muchas razones", entre ellas porque la nacionalizada es una entidad de Catalunya, y ve la posible la compra "en un sentido de responsabilidad". De hecho, sólo Santander y Caixabank pueden evitar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el fiasco de tener que seguir gestionando la entidad catalana en el futuro.

Sobre la duplicidad de sucursales que podría producirse si CaixaBank acabara comprando CatalunyaCaixa, Fainé señaló que él es "una persona de oficinas más que de servicios centrales" y que es "muy partidario" de tener puntos de atención al cliente a pie de calle. "No sé si tendríamos que cerrar o trasladar oficinas, pero son temas en los que tenemos experiencia ", aseguró.

Fainé fue el gran defensor de la operación de compra del Popular, de la que llegó a informar a Rajoy. Nin frustó aquel acuerdo

Declaraciones que Nin contraprogramó, una semana después, en una entrevista a The Wall Street Journal en la que aseguró que "tenemos mucho interés" por el negocio minorista de Barclays en España, valorado en unos 2.200 millones de euros. El ex CEO justificaba 'su' operación en la red de 262 sucursales que tiene el banco británico en España. Según Nin, la posible compra de esas oficinas ayudaría a CaixaBank a elevar su cuota de mercado, especialmente en Madrid.

No es la primera vez que Fainé y Nin difireren sobre la oportunidad de abordar una operación. El presidente de La Caixa fue el gran defensor de la compra del Popular, a lo largo de 2012, para fortalecer su balance tras los test de estrés de Oliver Wyman. Incluso llegó a reunirse en Moncloa con Mariano Rajoy para explicarle esta operación. Sin embargo, Nin fue el gran responsable de que esta compra no se llevase a efecto.

Hasta la pasada semana, Caixabank, junto a BBVA, eran las dos entidades con más interés por la entidad británica. De hecho, la entidad catalana ya ha mantenido conversaciones con Barclays, y está a la espera de efectuar un análisis de las hipotecas y otros activos crediticios de la entidad financiera británica. Ambos bancos, además de Sabadell y los fondos Apollo y Centerbridge, presentaron, el pasado 13 de junio, sus ofertas no vinculantes a Barclays Capital, el banco de inversión que promueve la venta de Barclays. Estas entidades están a la espera de que Londres reparta el cuaderno de venta y permita el acceso al 'data room' para comenzar el estudio en profundidad de las 'tripas' de la filial. La norma habitual en estos procesos es que las entidades cuenten con un plazo de entre tres y cuatro semanas para estudiar al detalle la entidad, antes de realizar su oferta vinculante.

Ante el retraso en el reparto del cuaderno de venta, desde Barclays confirman que esta decisión compete a Londres. "No se han variado las condiciones sobre la intención de la entidad de poner en venta la filial española. El proceso sigue adelante", aseguran desde la entidad. Barclays ha puesto en venta su negocio minorista, denominado Retail and Business Banking (RBB), lo que implica que esta operación excluye los negocios de banca privada, banca de inversión, banca corporativa y tarjetas (Barclaycard).

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