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Economía

El Gobierno solo aprobará el impuesto al azúcar si lo necesita para cuadrar el déficit

El ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo (c) y los titulares de Economía, Luis de Guindos (d) y Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros

El Gobierno anunció hace tiempo un impuesto para bebidas azucaradas. Meses después se echó atrás por la presión del sector, aunque lo cierto es que seguía vendiendo la figura a los inversores en sus viajes al extranjero. Y ya sabemos la razón. No ha renunciado del todo a ponerla en marcha, todo dependerá de cómo vaya la reducción del déficit a lo largo del ejercicio.

Es decir, que lo aprobará si lo necesita para cuadrar las cuentas. Y lo mismo hará con la revisión de la fiscalidad medioambiental que también anunció hace unos meses. Al menos, esto es lo que explica a las autoridades comunitarias en la actualización del Programa de Estabilidad que aprobó ayer en Consejo de Ministros y que ha enviado este sábado a Bruselas.

Con estos cambios, el Gobierno se reverva la posibilidad de aumentar los ingresos en 500 millones en un momento determinado (300 millones por los cambios en la fiscalidad mediambiental y 200 millones por la nueva figura para gravar las bebidas azucaradas.

Espera cumplir

En cualquier caso, el Gobierno eserá cumplir el objetivo de déficit de 2017 fijado en el 3,1% del PIB, así como con el ajuste estructural requerido. "Esto es posible gracias a las medidas adoptadas hasta ahora, en particular las aprobadas en diciembre de 2016, y a la contención del gasto público deriva de la aplicación de la regla de gasto", explica en el documento.

También mantiene el compromiso con la senda de consolidación fiscal fijada para años posteriores, reduciendo el déficit público por debajo del umbral del 3% del PIB en 2018. Así, los objetivos de déficit para los ejercicios 2017, 2018 y 2019 se mantienen en los niveles ya aprobados el pasado mes de diciembre, del 3,1%, 2,2% y el 1,3%, respectivamente.

Estas estimaciones se basan en unos ratios de ingresos y gastos públicos sobre PIB que irán convergiendo paulatinamente hasta situarse en el entorno del 39%. Los ingresos respecto al PIB pasarán del 38,3% en 2017 al 38,7% en 2020 gracias al favorable escenario macroeconómico, la recuperación del mercado de trabajo y al incremento de las bases imponibles.

El Gobierno espera que el PIB crezca un 2,5% de media en los próximos tres años

Por su parte, la ratio gasto se reducirá desde el 41,5% en 2017 al 39,2% en 2020, a un ritmo cercano a punto porcentual anual, consecuencia de la contención del gasto público, cuyo crecimiento se sitúa por debajo del crecimiento del nominal del PIB.

Para plantear estras cifras, el Gobierno se ha basado en un cuadro macroeconómico que plantea un crecimiento del 2,5% a lo largo de todo el horizonte. En este escenario, el paro seguirá bajando porque se crearán, de media, medio millón de puestos de trabajo cada ejercicio. A finales de 2020 se quedará en el 11,2% y el número de ocupados superará los 20,5 millones..

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