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Economía

La banca cobra 200 puntos más de intereses a las pymes que a las grandes empresas

Las grandes empresas reciben descuentos en sus créditos, según el FMI

Los bancos españoles penalizan a las pequeñas y medianas empresas a la hora de conceder crédito. Es lo que denuncia el FMI en su análisis del sistema financiero español en el que denuncia que los tipos que la banca cobra a las pequeñas y medianas empresas quedan “muy por encima de la media europea” frente a los grandes créditos en los que los bancos españoles sí se acercan a las medias comunitarias.

Según el análisis del FMI, los créditos que superan el millón de euros, es decir, los que suelen solicitar las grandes corporaciones, se conceden a tipos que no alcanzan el 3%. Sin embargo, los créditos inferiores al millón de euros, los que suelen reclamar las pequeñas empresas, superan los niveles del 5%.  

Aunque el FMI admite que parte de esa rebaja se debe a la diversificación de las multinacionales, el Fondo advierte que esa diferencia “puede reflejar en parte la habilidad de las grandes compañías a acceder al sistema bancario internacional fuera de España”, donde hay más competencia, mientras que las pymes “son cautivas de las condiciones del sistema bancario español”.

La falta de competencia entre las entidades bancarias y grandes empresas en España ha sido también denunciada por organismos como el BCE que subrayan que señalan como prueba el hecho de que en nuestro país han caído los salarios pero no los precios.

El crédito tardará hasta seis meses en fluir

En su análisis de financiación del sistema español, el Fondo Monetario Internacional constata que las ayudas a la banca tanto desde el Ejecutivo como desde el BCE no han reactivado la concesión de créditos y que tampoco han abaratado lo suficiente los tipos de interés. Según el FMI la caída en los tipos de interés ha sido mínima: los créditos a las pymes se han abaratado un 0,16% y los créditos al consumo un 0,68%.

En cuanto a los plazos, el organismo pronostica que los efectos más significativos en la reactivación se pueden dilatar “hasta seis meses”. Dado que las inyecciones de liquidez se produjeron entre diciembre y enero, el crédito de las entidades podría comenzar a fluir a partir de junio o julio, estima el organismo internacional. Según sus estimaciones, el impacto más importante será en el crédito al consumo en el que las rebajas a los tipos actuales debieran ser más acusadas.

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