Quantcast

Economía

El FROB nombra a dedo a los asesores del banco malo

El FROB ha nombrado a dedo a los cinco bancos de inversión que tienen la difícil tarea de encontrar inversores para el banco malo. Goldman Sachs, Nomura, Barclays, Citi y Nmas1 no han tenido que presentarse a concurso y pelear con otros rivales para lograr el trabajo. La misión les ha caído sin tener que demostrar mejores credenciales, honorarios o la ausencia de conflictos de interés como suele ser habitual.

El proceso de selección para el nombramiento de la gestora del banco malo fue bien distinto. La consultora Alvarez & Marshal tuvo que competir con las empresas de mayor reputación a nivel mundial y finalmente convenció por su experiencia y propuesta de costes. Una candidatura que ganó junto con el banco de inversión Nomura; la auditora PwC y el despacho Cuatrecasas. Procesos similares se han dado en otras fases del proceso de restructuración del sector financiero español, con mandatos diversos de asesoramiento y búsqueda de capital.

En el sector de banca de inversión ha sorprendido que en esta ocasión no hubiera concurso para nombrar a los asesores del banco malo. El éxito de este vehículo que aglutinará los activos tóxicos  de la banca nacionalizada es clave para el futuro del sector financiero. El próximo 1 de diciembre tendrá que estar constituido y la tarea de encontrar inversores dispuestos a participar en el capital no parece baladí.

Fuentes cercanas al Gobierno explican, sin embargo, que “no ha habido ningún concurso porque no existe ningún mandato formal ni contrato”. Las entidades seleccionadas no realizarán los típicos road show, encuentros con potenciales inversores, y su misión hasta la fecha es “ordenar los contactos con potenciales inversores”. Se prevé que actúen como intermediarios y exploten al máximo sus áreas de influencia. “No habrá road show porque no hay inversores que se quieran sentar con los bancos”, explican fuentes del mercado.

El Gobierno se ha dado hasta finales de año para dotar al banco malo de unos recursos propios de 3.900 millones de euros que permitan iniciar la transferencia de los 45.000 millones de activos de la banca nacionalizada. El FROB pondrá 1.700 pero hacen falta 2.200 millones  de capital privado a corto plazo. Después, en febrero, cuando el banco reciba los activos dañados del resto de entidades que finalmente requieran ayudas públicas, el banco malo realizará una ampliación de capital para elevar los recursos totales hasta los 5.000 millones. El Gobierno confía en lograr 500 millones de capital extranjero y en esta segunda fase del proceso la participación de la banca de inversión es decisiva. Pocos esperan la llegada de capital extranjero este año. Se confía en que finalmente sean las entidades nacionales las que accedan a poner el capital suficiente para que el banco malo comience a andar. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.