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Economía

El déficit sigue sin cuadrar: hay que eliminar las tarifas planas y tocar hidrocarburos

Cristóbal Montoro.

Los últimos cambios en el Impuesto de Sociedades y los Especiales para cuadrar el déficit de 2017 ya están en vigor, pero las cuentas siguen sin salir. La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) considera muy posible que el déficit supere el 3,1% este año y cree que habrá que incluir nuevas medidas en los Presupuestos para llegar al objetivo pactado. En concreto, apuesta por eliminar las tarifas planas relacionadas con el empleo y tocar el Impuesto sobre Hidrocarburos, dos medidas que permitirían cumplir con las exigencias de Bruselas. 

Así lo señala el director de coyuntura y estadística de Funcas, Raymond Torres, en una conversación con Vozpópuli. Torres tiene dudas sobre la evolución de los ingresos este año, como muchos otros analistas, pero tampoco está convencido de que los gastos vayan a quedarse donde espera el Gobierno. A su parecer, es probable que los gastos de la Seguridad Social superen las previsiones, como ha ocurrido en 2016, y que la partida destinada a financiar los intereses de la deuda sea mayor de lo esperado.

Hace este análisis partiendo del límite de gasto de 118.337 millones que el Congreso convalidó a mediados de diciembre. La cifra es 5.000 millones inferior a lo presupuestado en 2016, pero igual al gasto que finalmente llegó a ejecutarse. "Ahí es donde se pueden ver ya algunos problemas", señala Torres, que cree que la evolución de la partida global puede ser algo superior a lo que se va a presupuestar. La evolución de los intereses de la deuda que paga España y del gasto de la Seguridad Social explican sus dudas.

La evolución de los intereses y los gastos de la Seguridad Social generan muchas dudas a Funcas

¿Por qué duda? La actualización del plan presupuestario contempla una moderación muy ligera del gasto en intereses. De hecho, el Gobierno cree que prácticamente se mantendrá estable en 2017. Sin embargo, Torres asegura que los intereses que se han pagado en 2016 estaban ya en mínimos y avisa de que cualquier evento no previsto en 2017 o incluso la propia desaceleración económica pueden hacer que esto cambie y elevar la factura de la deuda.

Y en el caso de la Seguridad Social también teme desvíos del gasto, como ha ocurrido en los últimos años. El gasto en pensiones no para de crecer y no parará de hacerlo en los próximos años. Además, el Fondo de Reserva, la hucha de la que ha tirado el Gobierno estos años para completar la financiación de las pensiones, está a punto de agotarse y es posible que no alcance para financiar las dos pagas extra del año. Y quizás lo peor de todo es que los ingresos también generan mucha incertidumbre en la Seguridad Social.

Es cierto que el Gobierno ha aprobado ya la subida de las bases mínima y máxima de cotización para mejorar los ingresos del sistema, pero esta medida solo aportará unos 300 millones y será claramente insuficiente. El empleo también perderá fuerza en 2017 y eso puede afectar a los ingresos por cotizaciones. Por eso, Torres propone eliminar las tarifas planas destinadas al empleo, una medida que actualmente cuesta al sistema unos 2.000 millones. El Gobierno se ha mostrado dispuesto a financiarlas vía presupuestos, pero cada vez hay más presión para que directamente las elimine.

Más subidas de impuestos

Y la Administración Central puede acusar también este problema de ingresos. La recuperación del pago fraccionado de Sociedades no tendrá lo mismos efectos que en 2016, lo que evidenciará de nuevo el agujero que sufre este impuesto. Los últimos cambios en las deducciones elevarán sus ingresos en 4.650 millones, pero la cifra final de recaudación seguirá lejos de las expectativas de los últimos años. Si el Gobierno quiere cumplir sus previsiones, tendrá que ser poco ambicioso cuando elabore el Presupuesto.

En el caso del IRPF y el IVA las cosas no pintan mucho mejor. Todo apunta a que las dos figuras se van a quedar en 2016 por debajo de lo presupuestado y parece difícil que en 2017 mejoren los registros si tenemos en cuenta que el año que viene se creará menos empleo, la economía crecerá menos y los ciudadanos tendrán menos renta disponible, sobre todo por la fuerte subida que está experimentando el IPC y el bajo crecimiento de las rentas que perciben los ciudadanos.

En este contexto, Torres ve inevitable otra subida de impuestos. El Gobierno ya elevó la fiscalidad del tabaco y el alcohol hace solo unas semanas, así que parece que para 2017 se reserva la del Impuesto sobre Hidrocarburos. Según Funcas, hay recorrido por esa vía. En el plan presupuestario, el Ejecutivo se comprometió a impulsar una reforma de la fiscalidad medioambiental para equipararla con Europa y recaudar otros 500 millones. Pero no detalló la propuesta. 

Funcas cree que no hay que hacer mucho más para no perjudicar a la actividad, aunque otros expertos piden una subida de IVA

Hay otros expertos que van un poco más allá que Funcas y creen que lo que debería hacer el Gobierno es subir el IVA. No haría falta tocar los tipos generales, bastaría con pasar algunos productos que actualmente se gravan a tipo hiperreducido o reducido, al tipo general para conseguir una buena fuente de ingresos y equiparar la fiscalidad de este impuesto a la de otros países vecinos. Organismos como la Comisión Europea o el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevan tiempo pidiendo esta medida.

Sin embargo, Torres considera que hay que tener cuidado con los ajustes para no perjudicar a la recuperación. Recuerda que el PIB se va a desacelerar el año que viene y que hay otros factores que pueden dificultar la actividad, como el IPC. "Si se adoptan muchas medidas de restricción presupuestaria se pueden generar más problemas para el crecimiento económico", avisa.

En lo que parecen estar de acuerdo casi todos en que habrá que hacer algo más para llegar al 3,1% que exigen las autoridades comunitarias. El Gobierno, de momento, dice que no va a subir de nuevo los impuestos, incluso se ha comprometido a bajar el IRPF de nuevo a mitad de legislatura si se cumplen los objetivos de déficit. Pero no sería la primera vez que se dice una cosa y se acaba haciendo otra. En unas semanas lo descubriremos.

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