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Economía

Ceslar sondea al consejo de El Corte Inglés para recuperar su cuota de poder tras la junta

De izquierda a derecha, Dimas Gimeno, Marta Álvarez Guil, Cristina Álvarez Guil y Florencio Lasaga.

Han sido muchos años compartiendo consejo de administración y Carlota Areces, heredera de Luis Areces, hermano del fundador de El Corte Inglés, Ramón Areces, quiere recuperar el asiento perdido tras su expulsión hace ahora un año por “incumplir sus deberes legales como administrador”.

Ceslar posee un 9% del grupo de distribución pero no tiene ni voz ni voto en el consejo. Su expulsión del máximo órgano de decisión desembocó en una batalla legal en los Juzgados de lo Mercantil de Madrid, donde su equipo jurídico presentó una demanda contra la decisión de la junta de cesar a Carlota Areces como consejera y también por el cambio de estatutos que ha permitido al jeque Sheikh Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani inyectar 1.000 millones al grupo cambio de tomar un 10% del capital dentro de tres años.

La estrategia de Ceslar, sin embargo, ha cambiado. El llamado accionista rebelde está sondeando a algunos de los miembros del consejo de El Corte Inglés para recabar los apoyos suficientes para poder volver a sentarse en el codiciado sillón de consejero, señalan fuentes al tanto de las decisiones del grupo.

Los contactos son preliminares y se enmarcan en un horizonte a medio plazo, cuando se calmen las aguas tras la junta del próximo domingo

Los contactos son preliminares y se marcan en un horizonte a medio plazo, dado que el presidente, Dimas Gimeno, y el resto del consejo han decidido dar cerrojazo a la vuelta de Ceslar al consejo en la junta de accionistas que se celebrará el próximo domingo.

Los contactos tratan de ir abonando el terreno para que el consejo recupere la confianza en un accionista histórico y de la familia del fundador. Aún no se ha hablado de si Ceslar finalmente desistirá de la demanda ante lo Mercantil o mantendrá esta vía en paralelo a las posibles negociaciones que se abran en los próximos meses para recuperar el sillón de consejero.

Los herederos de Luis Areces son desde hace años los únicos accionistas que piden explicaciones al presidente y al consejo por las decisiones más trascendentes. Así ocurrió cuando se cerró el acuerdo de refinanciación con los bancos, en uno de los momentos más complicados de la historia del grupo de distribución, también cuando se reformularon las cuentas de 2013 y el año pasado al negociarse el acuerdo de entrada del multimillonario catarí.

Ceslar acumula tres demandas contra el grupo por ocultación de información sensible de los acuerdos que se cierran. Pese a ser tradicionalmente un accionista crítico, la cúpula de El Corte Inglés no había tomado represalia alguna contra ellos.

Fue en los meses previos a la junta de 2015, cuando Ceslar se opuso frontalmente a la entrada del jeque, denunció el pago de comisiones y se negó al cambio de estatutos, cuando desde el equipo de Gimeno y los accionistas de control de la compañía se empezó a pensar en destituir a Carlota Areces.

Fue lo que el resto del consejo consideró una grave falta de lealtad: "El consejo de administración por unanimidad formuló esta propuesta (el cese de Carlota Areces como consejera) a la Junta General como consecuencia de los reiterados incumplimientos incurridos durante las últimas semanas por Corporación Ceslar, de sus deberes de lealtad y secreto que le son exigibles como administrador al dar difusión pública a informaciones, datos, informes o antecedentes a los que ha tenido acceso en el desempeño de su cargo y sobre los que debía guardar la necesaria reserva. Ese comportamiento por parte de un consejero impide el ordenado funcionamiento del órgano de administración e imposibilita la buena marcha de los asuntos sociales en perjuicio de la sociedad y el conjunto de sus accionistas".

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