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Economía

Rajoy espera que la EPA de enero endulce la campaña electoral y deje malherido el discurso del PSOE

Un grupo de parados en una oficina de empleo.

El próximo 22 de enero, el Ministerio de Empleo que dirige Fátima Báñez puede estar en condiciones de demostrar con hechos palpables que esta legislatura acabará con menos parados que cuando empezó. Es un dato al que Mariano Rajoy le concede una gran importancia, entre otras razones porque ayudará a desmontar uno de los principales argumentos que emplea el PSOE para criticar la política económica aplicada desde finales de 2011.

Cuando el PP tomó las riendas del Gobierno, el número de parados en términos EPA superaba los 5,2 millones de personas. Hasta ahora, los datos revelan que esta cifra ha crecido en algo más de 150.000, pero la encuesta que se conocerá en breve, correspondiente al cuarto trimestre de 2014, dará un vuelco a la situación. Esto es, al menos, lo que espera el gabinete.

Para que el mercado laboral volviera a antes de la crisis, el número de afiliados tendría que subir en 2,6 millones

A ello apunta con claridad la foto de diciembre sobre afiliación y paro registrado. El mes pasado, la afiliación a la Seguridad Social creció en más de 79.000 personas, por encima de la media de los meses precedentes, debido sobre todo al sector del comercio y a las administraciones públicas. El ejercicio de 2014 cerró en su conjunto con 417.574 afiliados más, cifra en un 2,6% superior a la de 2013, en lo que ha sido el primer año de aumento del empleo desde el inicio de la crisis en 2008. La mayoría de las altas en la Seguridad Social, el 88%, procedieron del sector servicios.

Pese a que recuperar unos niveles de empleo similares a los que se conocieron antes de la crisis significaría aumentar la afiliación en más de 2,6 millones de personas, el Gobierno considera que puede lucir en los próximos meses, durante el ciclo electoral que pasa por los comicios de mayo y por las legislativas, un buen balance. Al final, el paro registrado se redujo en 253.627 personas en 2014, la mayor bajada desde 1998, hasta los 4,4 millones.

Los socialistas ya no cuestionan la creación de empleo, solo su calidad

En el equipo económico del Gobierno se acentúa el hecho de que el PSOE ya no cuestione ni la recuperación económica ni el aumento del empleo, sino la calidad del mismo. Y ello, a pesar de que otro síntoma destacable de la reactivación del mercado laboral procede del ritmo de la contratación. El mes pasado se firmaron 1.384.062 contratos, un 7,22% más que un año antes, con un crecimiento del 19,2% de los indefinidos.

Esta mejora del empleo, que el Gobierno vincula, en parte, a la reforma laboral, está suponiendo un importante ahorro en el gasto en prestaciones, que en noviembre se situó en 1.929 millones de euros mensuales, un 18,1% menos que en el mismo mes del año anterior, debido a la caída del número de beneficiarios (-12,1%) así como al menor gasto medio por parado (-6,8%).

En el equipo económico se considera un acierto que Rajoy haya puesto la recuperación como eje principal de su mensaje electoral

En el Gobierno se opina que en plena campaña electoral, dentro de pocos meses, se estará en condiciones de vender que en los dos últimos años de la legislatura se va a crear cerca de un millón de empleos, por encima de las previsiones oficiales enviadas a Bruselas, y que España crece a un ritmo del 2,5%, previsión que solo se verá favorecida si el barril del precio de petróleo se mantiene en la frontera de los 50 dólares, los tipos de interés se mantienen a la baja y la depreciación del euro frente al dólar se consolida. Si el tipo de cambio se mantiene por debajo de 1,30, la actividad económica puede despegar como un cohete, se afirma en el equipo económico, pues esto para España puede llegar a ser mucho más importante que la compra de deuda soberana que anuncie el BCE presionado por la entrada de la zona euro en deflación y las turbulencias procedentes de Grecia.

La evolución de los indicadores, se sostiene en el Gobierno, confirman el acierto de Rajoy en colocar la recuperación como primer eje de la campaña electoral, algo que también se reconoce en la dirección del PSOE, con el importante matiz de que si el PP se pasa de triunfalismo, se verá castigado por un efecto bumerán para sus intereses.

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