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Economía

¿Milagro contable? El Gobierno, un paso más cerca de cumplir con el déficit

En contra del escepticismo de los expertos, el Gobierno espera cumplir con el déficit. La mayoría de las casas de análisis sitúa la cifra para el conjunto de Administraciones en el entorno del 7 por ciento del PIB a finales de año, por encima de la meta fijada en el 6,3. El mismo Guindos admite en Bruselas un cierto desvío y negocia que se obtenga algún margen.

Pero Montoro tiene la llave de la caja y su credibilidad y la del Gobierno de Rajoy están en juego. A costa de subidas de impuestos en el IRPF, Sociedades e IVA, puede compensar parte de las desviaciones en medio de una economía en recesión.

Sólo así el Estado central ha podido registrar un 4,3 por ciento de déficit (un 3,9 si se descuentan los adelantos a las CCAA, Seguridad Social y ayuntamientos), lo que coloca a la Administración central más cerca de alcanzar su objetivo del 4,5 por ciento.

Los ingresos por IVA han aumentado de agosto a septiembre un 11,9 por ciento para atenuar la caída en el año y dejarla en un -5,3 por ciento hasta septiembre. Una mejora que se atribuye al anticipo de las ventas por la subida del IVA.

Sin embargo, la brutal debacle de las ventas minoristas en septiembre, del -12,6 por ciento, augura que el alza de la recaudación no será tan boyante. La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, explicó que la mayor recaudación prevista por IVA, unos 2.300 millones, ya contempla un descenso del consumo.

“La buena noticia de estos datos es que la recaudación no se derrumba. Se ha logrado contener el retroceso hasta un -2 por ciento, pero de ahí al salto hasta un +5 por ciento tal y como tenía presupuestado el Gobierno se antoja muy difícil. Una parte parece coyuntural debido al anticipo del alza del IVA. De hecho, la menor caída del PIB conocida el martes refleja una mejora puntual de la demanda interna”, sostiene Francisco de la Torre, de la Organización profesional de Inspectores de Hacienda del Estado.

El Gobierno prevé que Sociedades, que ahora disminuye un 3,6 por ciento, también repunte conforme se diluya el efecto de los adelantos de 2011 y se noten las medidas tomadas para ingresar más de las empresas, en especial de las grandes.

No obstante, el incremento del IVA eleva la inflación hasta el 3,5 por ciento y hace prácticamente imposible que se vayan a desembolsar los 3.000 millones necesarios para actualizar las pensiones.

Por el lado de los gastos, el recorte de la paga extra de los empleados públicos por valor de 4.000 millones rebajará a finales de 2012 el capítulo de personal del Estado central, el cual se mantiene por ahora con un leve ascenso del 0,8 por ciento, en parte por las pensiones de los funcionarios.

Además, Fernández Currás recordó que el Estado aún tiene adelantados unos 5.000 millones al resto de administraciones y que ello se recuperará al cierre del año.

De modo que el Gobierno hace acopio de reservas para hacer frente a las desviaciones que sufren las pensiones, las prestaciones por desempleo y los intereses de la deuda (estos últimos suben un 17 por ciento). La Seguridad Social ya reconoce un agujero de 10.500 millones cuando esperaba conseguir el equilibrio presupuestario y ello absorberá el punto extra de déficit que Bruselas concedió al Reino de España. 

Así que buena parte de las dudas sobre si habrá o no milagro contable radican en las comunidades autónomas. Hacienda ha ido tapando la situación de las regiones porque gestionan los servicios sociales. Según Fedea, se trata del problema de la manta corta: puedes cubrir una parte, pero la otra queda al descubierto.

Y el Gobierno ha transferido a las CCAA este año hasta septiembre unos 18.000 millones frente a los 10.000 millones del 2011. Ello implica que el Estado está adelantando unos dineros a las autonomías con las que éstas no contarán al terminar el ejercicio.

Sólo en septiembre las comunidades recibieron 850 millones más. De los 5.000 millones que el Estado central ha adelantado, unos 1.000 corresponden a la Seguridad Social según sus cuentas publicadas ayer, ergo la mayor parte de esos fondos restantes se los llevan las autonomías. Y éstas tendrán que arreglárselas en los últimos meses sin esos anticipos del Estado.

Además, esos casi 4.000 millones se quedan cortos de los 8.000 millones que se han entregado de más a las CCAA respecto al año pasado. De ordinario, se fijan unos pagos a las autonomías según la previsión de ingresos y luego, dos años más tarde, se liquidan. Pero con los ingresos cayendo esos recursos extra sólo se explican porque el Estado está brindando más de lo presupuestado.

Es decir, que en el futuro dispondrán de menos financiación. Y a esto se añade que, tras el pago a proveedores y las líneas ICO, llega el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Éste destinará entre el 50 y el 70 por ciento de sus recursos a sufragar vencimientos, por lo que entre el 30 y el 50 por ciento de los 18.000 millones del FLA se usarán para pagar gasto corriente y, por lo tanto, déficit.

Sólo Farmaindustria y Finin, las patronales de los fármacos de marca y de la tecnología sanitaria, reclaman 5.000 millones de las autonomías, y algunos analistas cifran las facturas sin pagar por los gobiernos regionales en los 7.000 millones.

Por eso, los expertos barajan que las CCAA estén aparcando facturas para el 2013. “Por lo general, los gobiernos autonómicos pagan muy poco desde que se orquestó el pago de proveedores. Lógicamente, prefieren costear los vencimientos y los salarios, así que los proveedores no cobran”, declara una fuente empresarial.

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