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Economía

El lío de Montoro, Milton Friedman, los impuestos negativos y la economía sumergida…

El ministro Montoro sacó a relucir este lunes una desgravación que él mismo implantó en España hace más de una década: el impuesto negativo, por el cual se da un dinero a las madres cuando se incorporan al trabajo con un hijo menor de 3 años. Se les paga por adelantado unos 100 euros al mes por vástago y cómo el problema consiste en que a veces las madres no generan la Renta suficiente para beneficiarse de la deducción en cuota, entonces no se les pide luego que lo devuelvan. De ahí el nombre de impuesto negativo, pues para algunas madres constituye una suerte de subsidio vía Impuesto de la Renta.

Uno de los principales defensores del impuesto negativo fue Milton Friedman, quien argumentaba que lo más eficiente es fijar un tipo impositivo único, por ejemplo del 25 por ciento. Pero para compensar a las rentas más bajas esgrimía que el Estado ha de brindar a todos unos 10.000 euros, de forma que las rentas más bajas en realidad recibían fondos de la Administración. 

¿Pero qué problema presenta el impuesto negativo y por qué no es tan fácil de desarrollar? “Se favorece la economía sumergida”, explica Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del libro Hacienda somos todos. O dicho de otro modo, se incentiva a los trabajadores a que declaren un rango de renta bastante más reducido.

¿Y qué va a hacer Hacienda en esta línea? La idea del Ministerio es comprobar primero cómo evoluciona la recaudación. Sin embargo, la mejora de los ingresos del entorno del 7 por ciento entre enero y febrero resulta artificialmente hinchada, al compararse con un periodo en el que hubo muchas devoluciones y por lo tanto cayó bastante la recaudación. Sólo eso explica un incremento tan brutal. De hecho, si se examinan los ingresos brutos sin contar con las devoluciones, éstos sólo repuntan un 2 por ciento. Si bien la esperanza del Ejecutivo reside en que durante el segundo y el tercer trimestre la economía dé un estirón que luego se refleje en la caja.  

Aunque dos fenómenos lo pondrán un poco más difícil: tanto la inflación baja como el proceso de devaluación salarial mermarán los ingresos. Por si acaso, la idea que baraja Hacienda antes de las elecciones consiste en subir el tipo efectivo de Sociedades, incrementar la presión fiscal medioambiental y elevar el IVA de lentillas, gafas y material médico tal y como obliga Bruselas. Lo que podría engordar la recaudación hasta en 5.000 millones. Pero nada más, insisten desde Hacienda, como si esto fuera poco.

Y la gran incógnita estriba en cómo van a articular la rebaja del IRPF para las rentas bajas y medias. Según diversas fuentes, algunos estudios consideran que habría que compensar a las rentas bajas por las alzas impositivas como la del IVA. Sin embargo, estas rentas apenas pagan por IRPF, y de ahí surge la idea de un tipo de impuesto negativo.

Se aplique o no finalmente, en cualquier caso Hacienda tendrá que calibrar mucho el diseño de la rebaja para que ésta tenga efectos limitados y no se desplome la recaudación. El IRPF funciona de tal modo que a cada tramo de renta ganada se le va aplicando un tipo. Una vez restados los mínimos exentos, los primeros 17.000 euros obtenidos tributan al 24,7 por ciento, los siguientes entre 17.000 y 30.000 al 30 por ciento, y así sucesivamente. Por lo ganado por encima de 53.000 ya se abona un 47 por ciento y sigue subiendo hasta el tipo máximo del 52 por ciento por todo lo que se embolsa por encima de 300.000 euros.

El problema radica en que si se pone en práctica una reducción del impuesto por abajo, entonces se terminaría derrumbando también lo que se ingresa de las rentas altas, ya que todo lo que se reste por abajo también se quita de lo que se contribuye por arriba: si por ejemplo alguien de renta elevada se deduce 500 euros, éstos dejan de tributar por el tipo máximo y no por el mínimo. Así que esta realidad muy probablemente obligue a Hacienda a crear una especie de deducciones decrecientes, de forma que éstas sean mayores cuanto menores sean las rentas.

Es más, buena parte de estas ayudas fiscales se centrarán en las familias con ascendientes o descendientes a cargo y madres trabajadoras, en la línea del impuesto negativo antes descrito. 

Entretanto, mientras esperan a la recaudación para poder calcular cuánto se puede permitir Montoro, todos los días se repite de una manera u otra que se van a bajar los impuestos con la intención de que cale el mensaje.

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