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Economía

Los españoles recortan un 21% sus inversiones en depósitos ante el hachazo a los intereses

Imagen de la sede del Banco de España.

Muy lejos quedan ya los tiempos en los que las entidades financieras ofrecían depósitos a plazo fijo con rentabilidades del 3%, 4% o incluso 5%. Hoy, con los tipos de interés oficiales en mínimos históricos (0,05%), el producto de inversión por excelencia de los pequeños ahorradores apenas da un rendimiento, de media, del 0,64%, según los últimos datos del Banco de España. A finales de 2013, la banca concedía intereses del 1,50% para los particulares. Un año antes, en 2012, alcanzaban el 2,83%.

Este drástico recorte ha provocado que los españoles busquen alternativas para su dinero. A costa de elevar el riesgo, los ahorradores han virado hacia los fondos de inversión o la Bolsa. También hacia las cuentas de ahorro, que aunque ofrecen una rentabilidad inferior a la de los depósitos, tienen la ventaja de que son líquidas y sin penalizaciones. De esta forma, los hogares invirtieron 86.160 millones de euros menos en depósitos a plazo en 2014. Así, de los 410.670 millones de 2013 pasaron a 324.510 millones, lo que supone un 21% menos. En 2009, la cifra ascendía a 531.402 millones (casi 207.000 millones más). Mientras, las cuentas a la vista han crecido en 33.073 millones, hasta los 369.014 millones (+9,8%).

Eso sí, el comportamiento ha sido muy diferente en función del vencimiento, hasta el punto de que los depósitos con un plazo de hasta un año crecieron mínimamente (+0,3%) hasta los 168.337 millones, mientras que los de entre uno y dos años cayeron el 19,3%, hasta los 125.618 millones, y los de más de dos años se derrumbaron un 65,6%, hasta los 29.954 millones. Los ahorradores, por tanto, buscan en los productos más conservadores las menores ataduras posibles para tener el dinero disponible cuanto antes, a pesar de que las medidas del Banco Central Europeo (BCE) y la evolución de la inflación en la eurozona auguran aún  un periodo prolongado de tipos en mínimos.

La caída de los nuevos depósitos ha provocado, además, que el saldo vivo se situé al cierre de 2014 en los 384.931, lo que representa un 9,3% menos que los 424.269 millones que había en 2013. Los depósitos que vencen antes de dos años han bajado de 288.810 millones a 268.633 millones, mientras que los de más de dos años de 135.459 millones a 116.299, según los datos del supervisor bancario correspondientes a diciembre pasado.

Las empresas también han adelgazado sustancialmente sus inversiones en depósitos, cuya rentabilidad se limitó al 0,50% (por debajo, por tanto, del 0,64% de las familias) al término del último ejercicio, frente al 1,30% de 2013. De esta forma, los nuevos depósitos alcanzaron los 258.006 millones, lo que implica 22.838 millones menos (-8,1%). Los depósitos de las empresas con un plazo inferior a un año descendieron un 4,7%, hasta los 230.214 millones, los de entre uno y dos años un 18,9%, hasta los 20.509 millones, y los de más de dos años un 47,3%, hasta los 7.286 millones. Los saldos vivos de depósitos de las empresas se limitaron hasta los 68.260 millones, frente a los 86.049 millones de 2013, lo que supone un recorte del 20,7%. Como ocurre con los hogares, también en el caso de las sociedades no financieras crecieron los fondos en cuentas de ahorro. En concreto, sumaron 13.944 millones, hasta los 125.038 millones (+12,5%).

La salida del dinero de los depósitos se ha producido, como se ha dicho, como consecuencia de la progresiva bajada del interés que ofrecen las entidades financieras. En diciembre, el tipo real para el conjunto de cuentas a la vista, depósitos y cesiones temporales (repos) de las familias se redujo hasta el 0,41%, frente al 0,43% de noviembre y el 0,93% de 2013. En paralelo, al menos, la banca ha suavizado también el coste de los préstamos, al pasar de un interés del 4,06% en 2013 al 3,45% en 2014. El descenso de los tipos ha sido, por tanto, muchísimo mayor, en términos relativos, en los depósitos que en los créditos.

No obstante, en diciembre, como es habitual, los préstamos registraron un fuerte abaratamiento: pasaron del 3,81% al citado 3,45%. Esto ha permitido estrechar la brecha entre lo que pagan los bancos a las familias por el dinero y lo que cobran por prestarlo hasta los 3,04 puntos, frente a los 3,38 puntos de noviembre y o los 3,13 puntos del cierre de 2013. El interés de los créditos hipotecarios se recortó hasta el 2,63%, frente al 2,88% de noviembre y el 3,16% de un año antes y el de los destinados a consumo y otros fines se situó en el 6,36%, frente al 7,01% y el 7,22%, respectivamente.

En el caso de las empresas, los préstamos también moderaron sus tasas en diciembre hasta el 2,74%, frente al 3,29% de noviembre y el 3,57% de 2013. Como el tipo real de los depósitos, las cuentas corrientes y los 'repos' disminuyó hasta el 0,38% (0,40% en noviembre y 0,77% 12 meses antes), el diferencial entre el crédito y el ahorro se acortó hasta los 2,36 puntos (2,89 puntos un mes antes y 2,80 puntos en diciembre de 2013).

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