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Economía

Otra nota optimista: BBVA prevé un alza del crédito nuevo de entre el 5% y el 10% en 2014

BBVA Research espera que el crédito nuevo a empresas y familias crezca el año que viene entre un 5 y un 10 por ciento. Esto no significa que el montante total del crédito vaya a engordar. De hecho, la economía española necesita desendeudarse, y ahora mismo la financiación a sociedades no financieras y hogares cae según los datos del Banco de España a tasas del 6 por ciento, una vez que se corrige el efecto de todos los préstamos traspasados al banco malo Sareb. Y lo normal sería que el año que viene vuelva a desplomarse a ritmos similares.

Sin embargo, el servicio de Estudios de la entidad presidida por Francisco González prevé un cambio de tendencia en el flujo de préstamos nuevos, aunque sea escaso. En la actualidad, los datos de crédito nuevo están adulterados porque buena parte de las operaciones recogidas en estas estadísticas en la práctica son refinanciaciones. Sin embargo, los analistas de BBVA creen que habrá menos refinanciaciones y más crédito verdaderamente nuevo ahora que el Banco de España ha obligado a provisionar muchas refinanciaciones. Como ya se han tenido que provisionar los préstamos refinanciados, a las entidades ya no les merece la pena seguir financiando empresas que no consideren solventes y, por consiguiente, las desenchufarán del crédito.

De acuerdo con la opinión de los expertos de BBVA, las refinanciaciones presentan un lado positivo cuando brindan algo de oxígeno a empresas que con una restructuración sí son viables. Pero en cambio tienen un lado negativo cuando enmascaran los problemas y retrasan las soluciones.

Un aumento todavía pequeño

Incluyendo las refinanciaciones, las operaciones de crédito nuevo han caído por debajo de los 40.000 millones al mes desde los 130.000 millones mensuales que se llegaron a dar en el pico de 2007. Y si se tiene en cuenta que una parte significativa son refinanciaciones, entonces ese crecimiento previsto por BBVA de entre el 5 y el 10 por ciento representará una cifra bastante baja en euros. Es decir, aunque suba hasta un 10 por ciento, dicho aumento se registrará sobre unos 40.000 millones de los que además habrá que restar una porción de refinanciaciones. Por lo que en consecuencia el incremento en términos absolutos no supondrá una inyección tan significativa. Lo cual se traduce en que “los nuevos créditos se mantendrán por debajo de las amortizaciones de deuda hasta finales de 2015, momento en el que los saldos de crédito tendrán saldos positivos”. O sea, que el crédito total no crecerá hasta dentro de dos años.

Una reducción de la deuda es compatible con un aumento de la financiación a algunos sectores. El crédito total sólo crecerá a finales de 2015

Con todo, este cambio de tendencia reviste mucha importancia, ya que indica un punto de inflexión. Según BBVA Research, el leve repunte del crédito se fundamentará en una rebaja continua de la prima de riesgo hasta el entorno de los 200 puntos; un estado cada vez más avanzado de la reestructuración financiera que coloca a algunas entidades ya en la disposición de conceder crédito; y sobre todo un aumento de la inversión que originará un incremento de la demanda solvente que sí atenderán los bancos.

Los analistas de BBVA sostienen que hay que diferenciar entre el stock de crédito o deuda acumulada y el flujo del crédito o concesión de nuevos préstamos. Las empresas y familias han de reducir el stock de crédito y por lo tanto su endeudamiento. Pero al mismo tiempo este fenómeno es compatible con que se pueda aumentar un poco la financiación a algunas empresas y sectores con negocios solventes y que generen actividad.

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