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Economía

Bruselas resucita el AVE Madrid-Lisboa: 300 millones a España para terminar la línea hasta la frontera

Un tren de alta velocidad.

La Comisión Europea quiere resucitar el frustrado proyecto de unir Madrid y Lisboa a través de una línea de alta velocidad ferroviaria. El Ejecutivo comunitario ha incluido el recorrido como uno de los sectores en el denominado Corredor Atlántico y para agilizar su desarrollo ha concedido a España fondos para acelerar la construcción del AVE entre Madrid y la frontera con Portugal, con la intención de que posteriormente el Gobierno luso pueda prolongarla hasta Lisboa.

Después de que Portugal decidiera que no acometería su parte del AVE Madrid-Lisboa como consecuencia de los efectos de la crisis, el Gobierno optó por continuar con su parte y construir la línea hasta Badajoz, a escasos seis kilómetros de la frontera con el país luso. Sin embargo, éste ha sido uno de los proyectos de alta velocidad que menos ha avanzado en España. El Ministerio de Fomento ha privilegiado líneas como la de Galicia o el denominado corredor de Levante.

La inclusión de la línea en el Corredor Atlántico de la UE es la última esperanza para recuperar un plan frustrado desde 2012, por el ajusta del Gobierno luso

De hecho, actualmente el trazado está desarrollado desde Madrid y hasta los límites de la provincia de Toledo con Extremadura mientras que en esta comunidad autónoma se trabaja en el tramo Plasencia-Cáceres-Mérida, aunque sin conexión por el momento con el resto de la línea. Precisamente, las últimas licitaciones de Fomento para el AVE extremeño están relacionadas con estos tramos.

Bruselas otorgará al Gobierno español fondos por valor de unos 300 millones de euros para que prosiga desarrollando la línea de alta velocidad hasta la frontera portuguesa con el fin de avanzar los trabajos lo más posible con vistas a que el Gobierno portugués retome el proyecto y prolongue la línea hasta la capital del país.

Retomar el proyecto

Serán precisamente los tramos entre los límites de la provincia de Toledo y Mérida los que reciban los fondos comunitarios para su desarrollo. En principio, no se descarta que Bruselas proporcione nuevas partidas para otros tramos aunque, en el caso de que así sea, las diferentes partidas se irán aprobando de forma separada.

La inclusión de la línea de Madrid-Lisboa en el Corredor Atlántico de la Unión Europea es la última esperanza para recuperar un proyecto frustrado desde 2012, cuando el Gobierno portugués comenzó a aplicar un duro ajuste para paliar los efectos de la crisis en un país que tuvo que ser rescatado por la Unión Europea.

Por entonces, España decidió seguir adelante con la parte que le correspondía, en el afán del Gobierno ahora en funciones por completar la que ya es la segunda red de alta velocidad más larga del mundo, tan sólo por detrás de la de China.

La intención de la Comisión Europea es mejorar las conexiones entre determinados puntos del territorio, como entre Madrid y Lisboa y también entre París y Estrasburgo, que también se encuentra dentro de este programa.

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