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Economía

Catalunya Caixa intenta una venta ‘in extremis’ de su red no catalana antes de cerrarla

Imagen de la sede central de Catalunya Caixa.

La venta de la red ‘legacy’ (fuera de Cataluña) de Catalunya Caixa calca el mismo esquema que la subasta de la entidad catalana. La operación se ha puesto varias veces sobre la mesa, se ha contactado con inversores y cada uno de los procesos acaban cerrándose sin éxito por falta de interés. José Carlos Pla, el nuevo gestor designado por el FROB, ha encargado de nuevo a Nomura que intente una colocación ‘in extremis’ de las sucursales fuera de Cataluña antes de que la red legacy quede totalmente extinguida antes del verano, según confirman fuentes conocedoras del proceso.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) quiere tener totalmente completada la reestructuración de la red de Catalunya Caixa, en especial su zona legacy, antes de que se reabra, por tercera vez, la subasta de la entidad catalana. Una venta que no se producirá , al menos, hasta después de la revisión de la calidad de los balances (AQR) de la banca europea que efectuará el Banco Central Europeo (BCE), ejercicio previsto para mayo-junio próximos, como adelantó Vozpópuli la pasada semana.

Ninguno de los posibles compradores, tanto españoles como extranjeros, quieren absorber a la entidad catalana antes de esta prueba para no salir perjudicados en los resultados del AQR, dado el volumen de deterioro de la entidad catalana. Así se lo han transmitido ya a Economía, que ha retrasado el calendario de venta inicialmente previsto para antes del verano para resituarlo, como pronto, para el espacio intermedio entre el AQR y los test de estrés que ejecutará la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) en septiembre.

La celeridad de los plazos ha obligado a Pla a fijar un período de apenas ocho semanas para que el banco de inversión Nomura encuentre comprador para algún paquete de sucursales. En caso contrario, la entidad comenzará a proceder a la liquidación de la red fuera de Cataluña para tenerla completada antes del inicio de la subasta. No en vano, los posibles compradores de la entidad catalana quieren que este tema esté resuelto antes de la posible adjudicación.

La entidad niega ese plazo de ocho semanas en base a que el ‘term sheet’ ofrece un calendario mucho más amplio –hasta 2017- para acometer la reestructuración. Sin embargo, la dirección de la entidad comunicó a los sindicatos, el pasado 3 de febrero, que la entidad se había dado un período de ocho semanas para intentar vender oficinas de la zona legacy. “Pasadas esas ocho semanas, la entidad nos trasladó que se decidirá el calendario de cierres”, confirman un par de fuentes sindicales. En esa misma comunicación, Catalunya Caixa adelantó a los sindicatos el cierre de 58 oficinas en marzo, 38 en abril y 10 en junio. Todas ellas en Cataluña, la zona catalogada como ‘core’, integrada por 800 sucursales.

Madrid y la Comunidad Valenciana, con 130 oficinas, concentra la red más relevante y atractiva puesta de nuevo a la venta

La liquidación de la zona ‘legacy’ (fuera del territorio de origen de las cajas) supondrá, por el contrario, el cierre de 400 oficinas, que gestionaban 20.000 millones en activos. Una parte de esa red ya se empezó a clausurar a finales del pasado año. Ahora, la entidad intenta una venta a la desesperada de las 196 sucursales aún operativas. La red más relevante y atractiva se encuentra en Madrid y la Comunidad Valenciana, con 75 y 56 oficinas, respectivamente. En Andalucía, otra de las zonas de expansión de la entidad catalana en la época del boom, apenas quedan abiertas ocho sucursales, tras el recorte efectuado entre octubre y noviembre pasados. Una vez que se haya producido la desaparición de toda la red no catalana, la entidad tiene previsto mantener tres centros (Madrid, Sevilla y Valencia) no comerciales para dar cobertura a todos sus clientes.

Hace más de un año, la entidad dio orden a Nomura para que procediera a la venta de toda la red fuera de Cataluña. Los posibles compradores, sin embargo, desistieron. Ahora, la red que se ofrece a los inversores puede ser algo más atractiva, ya que no sólo se ha producido un ajuste de las menos rentables, sino que el negocio podría ir limpio de morosidad, si se logra colocar a fondos varias carteras de créditos fallidos y adjudicados.

La ejecución del ERE en Cataluña coincidirá con el proceso de subasta, si finalmente el FROB decide ponerlo en marcha. Por el momento, el fondo de rescate aún no ha abierto la subasta formalmente. La auditora Ernst&Young ya tiene prácticamente cerrada la 'due dilligence' financiera, laboral, fiscal y legal de Catalunya Caixa. Además, la institución presidida por Antonio Carrascosa ya tiene definida la nómina de interesados en la entidad catalana. Además de BBVA, Santander y Caixabank, el FROB ha arrancado el compromiso tanto de bancos como de fondos internacionales para estar presentes en la subasta e intentar evitar que el precio de venta sea de un euro.

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