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Economía

Mas se plantea esquivar nuevos ajustes antes de fin de año mediante la prórroga de los actuales presupuestos

En el tablero catalán se mueven varias fichas a la vez. Por una parte, la difícil digestión de una Diada cuyo balance ha superado todas las previsiones y se le ha ido de las manos al nacionalismo. Por otra, la gestión envenenada de una crisis económica con las arcas vacías y el nulo apoyo que CiU tiene en el Parlamento para sacar adelante los Presupuestos catalanes del año que viene.

CiU encontrará serias dificultades en el Parlamento autonómico para sacar adelante las cuentas de 2013

Con este juego, el Gobierno sospecha que Artur Mas terminará por anticipar las elecciones autonómicas y ofrecerá a sus electores un programa soberanista. Se habla de la primavera e, incluso, de final de año, a pesar de que no han transcurrido todavía dos años de legislatura. Con este paso intentaría encauzar la apelación a la independencia por una parte considerable de la sociedad catalana, cerca del 50% según las encuestas, y, por otra, no tener que asumir el coste político de anunciar nuevos ajustes, gracias a la prórroga de los actuales presupuestos autonómicos. De no dar este paso, el Gobierno catalán, al igual que los del resto de las comunidades autónomas, tendría que retratarse con nuevos recortes, ya que deben reducir el déficit desde el 1,5% hasta el 0,7% del PIB. Y no es lo mismo hacerlo después de las elecciones, en las que Artur Mas jugará a conseguir la mayoría absoluta, que afrontarlo en minoría y sin apoyos suficientes en la Cámara regional.

En el Gobierno se da, pues, por hecho que Mas irá al adelanto electoral en Cataluña, aunque no espera que el anuncio lo haga hoy después de su entrevista con Mariano Rajoy en La Moncloa, lugar que pisó por última vez en febrero pasado en un clima bien distinto al actual y en el que ha preferido no hablar en esta ocasión para los periodistas. Lo hará en la delegación de la Generalitat en Madrid, utilizada a modo de “embajada”. En cualquier caso, gana cuerpo la sensación de que CiU ha utilizado la reciente celebración de la Diada como disparo de salida de su precampaña electoral, una carrera en la que tendrá que gestionar también serias discrepancias internas.

Artur Mas ha declinado hablar hoy desde La Moncloa y se refugiará en la delegación de la Generalitat en Madrid

Los democristianos de Unió Democrática están que echan humo con Convergencia y acusan a Artur Mas de no haber medido bien las consecuencias de exigir un Estado independiente y, sobre todo, de haber vinculado esta reivindicación al llamado ‘pacto fiscal’. Esta torpeza, así se califica, al menos, en las filas nacionalistas, no deja demasiado margen a la coalición para concurrir a las próximas elecciones sin un programa soberanista.

Una demostración de que Unió no comparte la estrategia de Convergencia se dio este miércoles en el Congreso de los Diputados cuando su portavoz parlamentario, Josep Antoni Durán i Lleida, evitó preguntarle a Mariano Rajoy sobre las exigencias catalanas y le cedió el puesto al diputado Pere Macias, experto en el área de Fomento y portavoz de Infraestructuras.

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