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Economía

El Bundesbank critica a la banca española por elevar a 300.000 M. su deuda pública, un 81% más en dos años

Jens Weidmann, presidente del Bundesbank.

Escondido en la página 33 de su informe de noviembre, el Bundesbank alemán (BUBA) publica un gráfico que se convierte en el inspirador de las grandes críticas efectuadas por la troika (BCE, FMI y Comisión Europea), el pasado lunes, en el documento que cerraba el rescate bancario español. La tabla muestra como la banca española e italiana han llenado sus balances de deuda pública con títulos de cada uno de sus países desde el 30 de noviembre de 2011 al 30 de septiembre de 2013. Buena parte del período de mayor volatilidad de los mercados y de los meses donde la prima de riesgo no encontraba su techo.

Las entidades españolas, según el informe del Bundesbank, han incrementado sus títulos de deuda pública desde los 166.000 millones de euros (noviembre 2011) hasta los 299.000 millones (septiembre 2013), un 81% más en menos de dos años. Los datos del Banco de España reducen ese volumen de deuda soberana en manos de los bancos en el entorno de los 30.000 millones, justo el volumen de fondos del Tesoro que detenta el supervisor español en su balance. De esta manera, el conjunto de las entidades financieras de crédito poseen el 45% del saldo vivo de la deuda pública española que asciende a 664.000 millones.

En el caso de la banca italiana, el incremento de las compras a su Tesoro se eleva en un 73% en estos casi dos años. Las entidades transalpinas han aumentado su tenencia de deuda pública italiana desde los 240.000 millones de euros hasta los 415.000 millones.

En la literatura que acompaña al delator gráfico, el Bundesbank muestra su preocupación porque en estos dos países no se haya logrado romper "la mutua dependencia entre los bancos y los estados". "Ésta ha crecido más", continúa el informe, "en aquellos países donde los vínculos eran más importantes al principio de esta crisis".

De hecho, los bancos españoles e italianos han sido los grandes financiadores de sus respectivos Tesoros ante la huída de los inversores extranjeros al tiempo que la deuda de estos dos países continúa incrementándose frente a su PIB. En el caso español, algo más del 90%, mientras que en Italia, el endeudamiento de las administraciones públicas supera el 130%. No en vano, las compras de títulos del Tesoro por parte de los bancos españoles significan el 13% del PIB.

Al igual que la Troika, el Bundesbank enfatiza sus críticas a la banca española e italiana por no trasladar el dinero captado en las subastas de liquidez del Banco Central Europeo, los famosos LTRO, a la economía real. De hecho, el supervisor alemán asegura que el 90% de la caída del crédito al sector privado, en estos casi dos años, se debe a que las entidades han trasladado el dinero del BCE a la compra de deuda pública y cubrir sus créditos refinanciados. La media del descenso de la financiación por estos dos conceptos en Europa ronda el 20% en Europa, según asegura el informe del BUBA.

El crédito en España se viene reduciendo en los entornos del 11% en la última comparativa interanual. Los bancos asegura que obedece al proceso de desapalancamiento de familias y empresas, además de la ausencia de demanda solvente. Pero también, según la troika, por la afición de la banca por el carry trade: las entidades se financian casi gratis en el BCE y compran deuda pública con tipos de interés del 4% a 10 años y, en teoría, sin riesgo, en lugar de prestar ese dinero.

El conjunto de las entidades financieras de crédito poseen el 45% del saldo vivo de la deuda pública española que asciende a 664.000 millones

“Mientras en el corto plazo la compra de deuda pública se ha convertido en una importante fuente de ingresos que ha sido de gran ayuda para los bancos, a largo plazo afecta negativamente al crédito al sector privado y tiene impacto sobre la recuperación”, aseguraba el texto de la Troika publicado el pasado lunes, que atribuye también parte de la caída de los préstamos al proceso de reestructuración en marcha.

Los economistas (el informe del BUBA lo apunta someramente) alertan del segundo efecto peligroso que puede generar el 'carry trade': el 'crowding out', la expulsión de la financiación del sector privado al público. Lo que implica tipos de interés de un activo más atractivos para financiar la abultada deuda pública acaparan la escasa financiación disponible e impiden al sector privado contar con los recursos que precisa para crecer, salvo que ese riesgo se remunere muy por encima del umbral marcado por el mercado para el Tesoro.

Para el devenir de esta tendencia será fundamental la política futuro de tipos que mantenga Mario Draghi. Los bancos insisten que la recuperación del crédito comenzará a producirse en el segundo semestre del 2014. Sin embargo, algunas fuentes del sector explican que no se tomará verdadera velocidad hasta que los ejercicios de la EBA y el BCE hayan despejado todas las dudas de la banca europea.

Y, en especial, sobre el tratamiento de las carteras de deuda pública en el test de estrés del BCE. Pese a que el organismo que preside Draghi no tiene intención de introducir ninguna quita a la cartera de deuda soberana, en el sector financiero no se descarta que pueda suceder finalmente por las presiones de Alemania. De ser así, España e Italia serían de los países más afectados. No en vano, como destaca el Bundesbank, la cartera de bonos soberanos de la banca española supone el 9,1% de todo su balance frente al 4,7% en septiembre de 2011.

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