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Economía

El BCE y la FED seguirán inyectando dinero para evitar que quiebren algunos bancos, atrapados en el carry trade

Ben Bernanke, en una imagen de archivo.

Ayer habló Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal en la conferencia bancaria de Chicago y, como se dice en el chiste, dijo una cosa buena y otra mala. La buena, que agradecieron inicialmente los mercados, aunque la alegría duró poco, que continuará con sus manguerazos de liquidez. La mala: que lo hace ante el riesgo de que quiebren algunas entidades debido a que están demasiado apalancadas sobre el mercado monetario.

Aunque en España no había casi alertas sobre esto, la agencia Bloomberg abría durante bastante tiempo con este artículo, que hablaba sin tapujos del “importante riesgo en los mercados monetarios a corto plazo de caída de un bróker o entidad crediticia mayor”.

Las palabras de Bernanke eran de un alarmismo total: “hace falta más trabajo para preparar a los inversores sobre las potenciales consecuencias de un default de un gran operador en el mercado de repos”.

En el mercado monetario a corto tienen posiciones muchos fondos de dinero y carteras en busca de la máxima liquidez. El temor  a una caída de un banco, que sea incapaz de devolver el dinero tomado a préstamo en este mercado podría desatar un colapso en estos mercados de corto plazo.

Carry trade

Algo que no sería extraño, ya que numerosas entidades bancarias se han dedicado en estos años a maquillar sus cuentas arbitrando con el dinero que le ‘regalaban’ los bancos centrales y comprando deuda pública, para anotarse plusvalías financieras; las únicas en un entorno de deuda desmesurada, caída de márgenes a plomo, fuga de depósitos de muchas entidades y nulo retorno de participaciones industriales.

Pero este mercado ya no da de sí lo que puede dar. Los tipos han caído muchísimo (el Tesoro de España, sin ir más lejos, se financia más barato a corto plazo que nunca) y las ganancias son cada vez menores.

“De nuevo, se ha confundido beneficios o liquidez con solvencia”, indican desde Finagentes Gestión. “Se pretende dar la impresión de que pagando las facturas ya no hay problemas, pero en muchos casos siguen estando”. De hecho, en su entidad, recuerdan las palabras de Aristóbulo de Juan, ex director general del Banco de España: “hay bancos que no cumplen las exigencias reales de capital porque se enmascaran como buenos una gran masa de activos improductivos refinanciados”.

 Esta situación condena a los bancos centrales a seguir inyectando liquidez a espuertas, aunque están generando una espiral a la japonesa de la que no se sabe cómo salir. “En la UE también han dejado caer alertas, más o menos veladas, de nuevas quiebras bancarias”. Conviene recordar que los años recientes han sido de deterioro económico, lo cual “ha redundado en deterioro de los activos”.

Es preciso un reconocimiento real del estado de la banca de las economías OCDE, pero como dicen en Finagentes “no somos capaces de determinar el agujero de Pescanova, vamos a ser capaces de descubrir el de los bancos de la UE y EE UU”. 

Los mercados finalizaron la sesión totalmente anestesiados. El Ibex se dejó un 0,33%, mientras del Dow Jones, después de haber superado los 15.100 puntos y tocar nuevos máximos históricos, se mantuvo plano. Sin embargo, el bono español está ya en el 4,23%. Comenzó el mes tocando mínimos por debajo del 4,00%, pero los bríos alcistas se han enfriado. 

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