Cataluña saldrá más beneficiada que la media en las balanzas fiscales que prepara Hacienda

Cristóbal Montoro desembarca este viernes en Cataluña con la intención de limar asperezas y desmontar la idea del expolio fiscal. Y lo hará habiendo ya elegido a los dos expertos que confeccionarán las siempre polémicas balanzas fiscales: el investigador del CSIC, Ángel de la Fuente, y el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Ramón Barberán.

Estos dos reputados académicos en materia de financiación autonómica y balanzas fiscales han diseñado con su equipo un nuevo método de cálculo bautizado como Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas, el cual dejará claro que el Estado español no roba a Cataluña y que la Comunidad catalana incluso sale más beneficiada que la media, según explican fuentes cercanas a Hacienda.

¿De verdad hay expolio fiscal?

Una balanza fiscal trata de reflejar lo que contribuye una Comunidad al Estado y cómo esos fondos le revierten luego. Un cálculo que ha sido utilizado de forma espuria por la Generalitat catalana para reclamar que padece un déficit fiscal con respecto al Estado central que, según sea la estimación, puede alcanzar los 16.000 millones.

Sin embargo, numerosos académicos han señalado que el Govern minusvalora o simplemente no contabiliza, entre otras cosas, todos los gastos del Estado dedicados a los Ministerios, Defensa, policía o intereses de la deuda. Tampoco tiene en cuenta la porción del déficit del Estado que le corresponde a Cataluña y que neutraliza cualquier expolio fiscal, los fondos europeos o el IVA abonado por un ciudadano de otra autonomía pero imputado a una empresa catalana. Una vez se contemplan éstos y otros conceptos, los expertos apuntan que Cataluña en realidad registra un superávit fiscal superior a los 4.000 millones y no un déficit por valor de 16.000 millones.

Las últimas balanzas fiscales datan de 2005. Elaboradas por el Instituto de Estudios fiscales y hechas públicas por Solbes para justificar un mejor trato a Cataluña, éstas concluían que Madrid y Baleares eran de largo las que más aportaban, seguidas de cerca por Cataluña. Sin embargo, mucho han cambiado los números tras la mejora de la financiación de Solbes, el agujero creado en las pensiones catalanas por valor de casi 2.000 millones de euros, la caída de un tercio de los ingresos fiscales en Cataluña y el aumento de los gastos del Estado central en la región vía prestaciones de desempleo, pensiones, pago a proveedores o FLA, apuntan fuentes del PP catalán.

El nuevo método

Y con todo, de poco importan las cifras. La Generalitat se las ha arreglado para que se asiente en el imaginario catalán la narrativa del expolio fiscal. Así que la idea central del sistema recién concebido por De la Fuente y Barberán consiste en que se pueda dilucidar de una manera mucho más clara y pedagógica lo que da y recibe una autonomía. ¿Y cómo se pretende hacer eso? Pues centrándose simplemente en el detalle de todos aquellos desembolsos que tienen una incidencia estrictamente territorial a la vez que se reparten proporcionalmente entre las CCAA cualquier gasto propios del Estado como pensiones, ejército o intereses de la deuda.

Es decir, a grandes rasgos se comparará todo lo que se recauda en la región con impuestos estatales frente a los desembolsos e inversiones que allí se hagan. “Lo verdaderamente interesante es el detalle de cuánto se gasta en cada sitio en cosas que sí responden a una lógica territorial”, comentaba Ángel de la Fuente en una entrevista concedida recientemente a El País.   

En un foro tras otro, De la Fuente siempre ha insistido en que tanto Madrid como Cataluña gozan de una financiación coherente con su tamaño y rentas, exactamente igual que otras regiones de características similares en otros lugares del mundo.