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Economía

Voces contradictorias en la propia Alemania sobre la función del BCE

El BCE cierra el grifo tras comprar 5,1 billones de deuda pública y privada en siete años
Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort.

El miembro alemán en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, aboga por que Grecia permanezca en la zona del euro y defiende la compra de deuda soberana pese a las críticas del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, que se hn producido hoy mismo.

El Bundesbank advierte del riesgo de que el Banco Central Europeo (BCE) compre más deuda soberana de algunos países de la zona del euro por el peligro que podría suponer para la estabilidad financiera. En su boletín mensual de agosto, publicado hoy, el Bundesbank critica "la compra de deuda soberana del Eurosistema ya que está vinculada a notables riesgos de estabilidad".

Frente a esta línea, en una entrevista con el diario alemán Frankfurter Rundschau, Asmussen dice que "la salida de Atenas de la Unión Monetaria sería manejable pero cara". Y defiende que el BCE compre deuda de algunos países de la zona del euro, pero con condiciones para asegurar el éxito de la medida.

"El BCE sólo actuará paralelamente con el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y después el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Un Estado debe presentar una solicitud de ayuda y cumplir numerosas condiciones político-económicas", añade.

"En mi opinión sería bueno exigir que se presente una solicitud de intervenciones en el mercado primario por el FEEF y el MEDE, antes de que actúe el BCE", apostilla Asmussen. Agrega que "esa solicitud es una condición necesaria para las intervenciones del BCE". "El consejo de gobierno del BCE decidirá con total independencia si se compra deuda soberana en el mercado secundario cuándo y cómo", destaca.

Preguntado por la posibilidad de que Grecia abandone la zona del euro, Asmussen dice que "primero: mi preferencia es clara. Grecia debe permanecer en la Unión Monetaria. Segundo: Asegurarlo está en manos de Grecia. Tercero: la salida de Grecia sería manejable. Pero cuarto: una salida no sería tan ordenada como algunos se imaginan. Estaría vinculada con caídas del crecimiento y un desempleo más elevado y muy cara en Grecia, en todo Europa y también en Alemania".

En caso de que Grecia saliera de la zona del euro, "el peligro de contagio seguirá ahí, incluso ahora que estamos mejor equipados con el fondo temporal de rescate FEEF y después con el fondo permanente MEDE", afirma Asmussen.

Añadió que el rescate a los países deficitarios "hasta ahora no ha costado un euro al contribuyente alemán, si bien lógicamente hay riesgos".

"Alemania es el gran beneficiario de esta Unión Monetaria y del conjunto del mercado interior único. Millones de empleos dependen de las exportaciones a Europa. Si a nuestros vecinos les va mal, a la larga afecta también a Alemania", según Asmussen.

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