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Economía

El 90% del incumplimiento del déficit público se debe a la desviación del gasto

El alza de impuestos no será suficiente para corregir el déficit público. Las previsiones publicadas ayer por BBVA estiman que, a menos que se tomen más medidas, el déficit se desviará hasta el 7,2 por ciento del PIB incluso excluyendo las ayudas a la banca, por encima de la meta comprometida con Bruselas del 6,3 por ciento.

En ausencia de iniciativas de ajuste adicionales, el déficit para 2013 también se situará por encima del objetivo, esta vez 1,5 puntos de PIB más que los 4,5 acordados con la UE.

Y un análisis detallado de los números ofrecidos por BBVA pone el foco sobre las partidas de gasto. Éstas son responsables de 7 de las aproximadamente 8 décimas de desviación del déficit, es decir, casi un 90 por ciento.

Hacienda ha sido capaz de compensar la caída de la recaudación para que no se desvíe más de una décima y se sitúe en el 36,1 por ciento del PIB según los cálculos de BBVA. Pero el Gobierno no ha exhibido la misma resolución para atajar los capítulos de desembolsos.

De acuerdo al informe de 'Situación de España' de BBVA Research, las pensiones y prestaciones por desempleo representan dos décimas de desvío, unos 2.000 millones de euros. El gasto en personal sube en 1.000 millones y los consumos intermedios abarcan el grueso de las desviaciones por valor de 5.000 millones, en parte compensadas por una rebaja de los intereses y la inversión. De modo que el gasto público se ubica en el 43,2 por ciento del PIB.

Con todo, BBVA destaca que el Gobierno ha sido capaz de emprender un ajuste de cuatro puntos del PIB, unos 40.000 millones, un hecho inédito en la historia de las economías occidentales, sobre todo en medio de una recesión.

Los analistas de la entidad presidida por Francisco González explican que el déficit público este año se habría disparado hasta el 11,5 por ciento del PIB si no se hubiesen aplicado medidas.

Pero aun así, los recortes han sido insuficientes. Algunos como la subida del IRPF o el tajo a la paga extra son temporales. Otros como la reforma de la Administración generan ciertas dudas sobre si serán efectivos.

Además, el ajuste precisa ganar en calidad y eficiencias. Se centra demasiado en una insostenible reducción de la inversión.

Todo ello hace presagiar la necesidad de nuevos ajustes y por lo tanto genera más incertidumbre. A su vez, la petición de ayuda al BCE conllevaría más ajustes y, por lo tanto, una recaída del PIB. Sin embargo, se vería compensada por una rebaja sustancial de la prima de riesgo que las agencias de rating han valorado positivamente.

Aunque la caída del PIB fue menos intensa en el tercer trimestre, BBVA prevé un desplome del PIB del 1,4 por ciento para este año y el siguiente, lo que echa por tierra las previsiones del Gobierno de un retroceso del 0,5 por ciento en 2013.

La entidad también espera que el desempleo se eleve hasta el 26,1 por ciento en 2013 y que la recuperación de puestos de trabajo no ocurra hasta 2014.

La economía se está recuperando de una triple burbuja en la construcción, el sector financiero y el público. Para los expertos de BBVA, la nota positiva es que el resto de la economía ya crece y, visto el excelente comportamiento de las exportaciones durante la crisis, permite creer que el país será capaz de recobrar tasas de crecimiento robustas conforme se vaya completando el ajuste de la demanda interna.

La tasa de ahorro disminuirá desde niveles del 17 por ciento de la renta en 2009 hasta rondar el 6 por ciento en 2013.

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