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Economía

Empresas más grandes y más formación para emprendedores: recetas de expertos para consolidar el crecimiento

Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, junto a Francisco Pérez, director de investigación del Ivie

Las cifras que maneja el Gobierno y los agentes económicos sobre la recuperación española no son suficientes para mirar al futuro con optimismo. España necesita empresas más grandes y emprendedores con un mayor nivel de formación para consolidar el crecimiento y el empleo. Esta es la principal conclusión del informe 2014 de la Fundación BBVA-Ivie Crecimiento y Competitividad sobre los desafíos de un desarrollo inteligente. 

Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA y Francisco Pérez, director de investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), junto a otros expertos, presentaban esta semana los resultados de su análisis de la situación actual y hacían una serie de propuestas para poder consolidar el crecimiento económico y generar empleo duradero y de calidad. "Hemos dejado atrás la recesión, así lo dicen los datos, pero el entorno internacional sigue siendo muy exigente. Tenemos problemas de reacción en el tejido empresarial y hemos tenido que asimilar los datos del entorno y de nuestra propia trayectoria. El superávit debe aprovecharse para lograr que el crecimiento sea productivo y que sea socialmente incluyente para que llegue a toda la población. Hay que lograr que sobreviva el mayor número de empresas y que produzcan mejor", decía Pérez. 

De cada 100 empleos generados al año por nuevas empresas durante la crisis, sólo unos 55 se mantenían cinco años más tarde

Según el informe, de cada 100 empleos generados al año por nuevas empresas en España durante la crisis, apenas 55 se mantenían 5 años más tarde, lo que evidencia la mortalidad del sector empresarial, que además tiene problemas para generar empleo entre las empresas supervivientes. Desde la Fundación BBVA apuestan por lograr que las empresas crezcan. "El tamaño de las empresas tiene que ayudar. A mayor tamaño mayor nivel de productividad. Nuestras microempresas son menos productivas que las de otros países. El estancamiento de las pequeñas empresas se debe en gran parte a que el actual marco jurídico y laboral y los incentivos fiscales en muchos casos desalientan su crecimiento y frenan su productividad", señalan. 

Otra de las necesidades que identifican los autores del informe apunta a la profesionalización de la dirección de las empresas, por lo que piden mayores esfuerzos formativos. Primero, en la preparación básica y financiera de los autónomos, que es escasa, y también respecto a la formación de los universitarios, que no se corresponde en ocasiones con su titulación -los conocimientos de un titulado pueden no ser los mismos de otro similar en el entorno europeo-, algo que no favorece su empleabilidad. En la misma línea señalan la importancia de reforzar que las empresas participen más en actividades de I+D+i -solo 0,84 euros de cada 100 facturados por las empresas españolas son invertidos en innovar-. 

Políticas públicas y reforma fiscal

Los cambios planteados deben afectar también, según los investigadores del Ivie, a las políticas públicas. Señalan que el sector público no está sobredimensionado si se compara con otros países, pero sí tiene problemas serios como déficits continuados -principalmente por la escasa capacidad recaudatoria del sistema fiscal-, grandes diferencias de gasto por habitante entre CCAA y los bajos niveles de resultados en algunos servicios. "La escasa recaudación se deriva de la multiplicidad de beneficios fiscales, que en 2014 supusieron cerca de 80.000 millones de euros. La reforma fiscal en marcha debería haber abordado con más decisión el doble objetivo de reducir significativamente esas pérdidas de ingresos y redistribuir las cargas tributaras que en la actualidad inciden demasiado sobre el trabajo, perjudicando el empleo y el crecimiento", destacan en el informe. 

"España es uno de los países con peor comportamiento en incremento de la desigualdad, pobreza y desempleo entre los países de su entorno. El deterioro de la confianza en instituciones dificulta aceptar sacrificios"

Mención aparte merecen los aspectos como una lucha más eficaz contra el fraude y la economía sumergida, o la alarma que enciende también el Ivie sobre la baja productividad de muchas inversiones en infraestructuras por su escasa utilización y los pobres resultados educativos -explican que la formación continua es insuficiente para la magnitud del problema del paro-.

Los investigadores exigen además que la recuperación de la competitividad del tejido productivo vaya acompañada de medidas para que el desarrollo resulte socialmente incluyente. "España es uno de los países que peor comportamiento ha tenido en términos de incremento de la desigualdad, la pobreza y el desempleo de entre los países de su entorno. [...] El deterioro de la confianza en las instituciones -gobiernos, legisladores y agentes sociales- dificulta la aceptación social de sacrificios", recogen. 

Desde el Ivie destacan que para reforzar el crecimiento, el empleo debe ser, además de abundante, duradero, y para ello, de calidad. Y para que sea de calidad, debe apoyarse en unas competencias educativas. "El sector público no ha tenido la capacidad necesaria para eliminar los efectos del deterioro del mercado de trabajo, y debe dar respuesta a la situación en la que se encuentran los más vulnerables", comentaba Francisco Pérez. 

Aunque pudiera existir cierta contradicción entre las medidas de menores beneficios fiscales y el apoyo a los emprendedores, el informe del Ivie ofrece varias propuestas para consolidar el crecimiento, ya que "España sigue necesitando un tejido empresarial más productivo". 

Algunas de las propuestas

PARA FAVORECER EL CRECIMIENTO EMPRESARIAL: Eliminar regulaciones que dificultan la competencia y el aumento de tamaño y atraer inversión extranjera directa. 

PARA PROMOVER LA INCORPORACIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LAS EMPRESAS: Programas de formación continua de empresarios, autónomos y empleados que ayuden a minimizar la elevada mortalidad de muchas empresas. También enseñanza presencial y basada en nuevas tecnologías. 

PARA FORTALECER FINANCIERAMENTE A LAS EMPRESAS: Mejorar la financiación a los proyectos innovadores incentivando formas de financiación no bancaria, mejorar también las condiciones de acceso a la financiación y reducir la excesiva dependencia del crédito bancario. 

PARA PROMOVER LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES: Desarrollar acciones especiales para la formación de parados, mayor difusión de las oportunidades de trabajo, priorizar acciones contra la pobreza y promover un pacto por la educación. 

PARA GARANTIZAR LA SISTENIBILIDAD FINANCIERA DEL SECTOR PÚBLICO: Una reforma fiscal más ambiciosa con un reparto de cargas tributarias más justo, impulsar la lucha contra el fraude y perseguir la economía sumergida. 

PARA MEJORAR LA EFICIENCIA DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS: Revisar la ordenación competencial y financiera entre administraciones para evitar duplicidades, ineficiencias y asimetrías. 

"Los desafíos de un desarrollo inteligente"

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