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Economía

La sangría del negocio en España: la banca logra ya el 75% de sus ingresos en el exterior

Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander.

El negocio bancario en España sigue ingresado en la UVI. Tras la gran cifra se esconde, sin embargo, una dura realidad. Hasta septiembre, los bancos que operan en España atesoraron un beneficio atribuido conjunto de 7.449 millones, un 11,1% más, que en el mismo período de 2013. El 63,5% de esas ganancias, un total de 4.730 millones, proviene de la actividad fuera de España. Una tendencia que sigue creciendo cada ejercicio. De hecho, en los nueve primeros meses de 2013, la carga 'extranjera' de los beneficios ascendía al 62,3%.

El desglose de las cuentas consolidades e individuales presentadas este miércoles por la Asociación Española de Banca (AEB) refleja el gran problema del sector: el 75% del margen financiero lo consiguen los bancos fuera de España. En otras palabras, proviene de las filiales que Santander y BBVA tienen en Estados Unidos, América Latina, Europa y Asia. El dato refleja las dificultades que tendrán las entidades sin (o mínima) aportación extranjera para lograr rentabilidad en los próximos meses.

Pese a la tímida reactivación económica en la zona del euro, el margen financiero de los bancos españoles, incluyendo sus negocios en España y sucursales en el extranjero, experimenta un retroceso del 5,8%, tras ceder 584,3 millones. Así, en septiembre los ingresos del negocio bancario puro llegaron a los 9.552 millones frente a los 10.107 millones en el mismo período del ejercicio precedente. Esta caída se compensó en el buen comportamiento del resultado de operaciones financieras, que incluye el famoso 'carry trade' con los títulos de deuda pública, que se incrementó en un 23,5% y en la reducción de los gastos, con un retroceso de un 1,7%.

La patronal bancaria prevé un escenario de futuras concentraciones bancarias no sólo en España y lograr rentabilidades del 10% en 2016 ó 2017

La atonía del negocio, además de las incertidumbres macroeconómicas en Europa, prevé un retraso hasta 2016 ó 2017 del objetivo de rentabilidad del 10%. "Puede suceder en esos ejercicios si la situación general evoluciona favorablemente. Sin embargo, con los riesgos que existen, estas previsiones se pueden revisitar", explica Pedro Pablo Villasante, secretario general de la patronal bancaria. A su juicio, las palancas que tendrán las entidades para levantar sus actuales ROE, que fluctúan entre un 5 al 7%, se concentrarán en el aprovechamiento del exceso de provisiones, la subida de tipos y la consolidación de la actividad.

De estas tres premisas, sólo el capítulo relacionado con las provisiones es una certeza en estos momentos. El esfuerzo en dotaciones y provisiones alcanzó hasta septiembre un total de 7.284 millones, un 20,2% menos, que representa un 60% del margen de explotación. Sin embargo, las entidades son menos optimistas que su patronal. De hecho, prevén un entorno de bajos tipos de interés para los próximos cuatro o cinco años y repunte de la actividad crediticia que no se confirmará sustancialmente hasta 2016. Ese año, según previsiones que manejan entidades como BBVA o Sabadell, el stock de crédito, es decir mayores nuevas contrataciones que amortizaciones, no será positivo hasta 2016.

Esta dificultad para obtener ingresos, junto al exceso de carga regulatoria que impone la Autoridad Bancaria Única del Banco Central Europeo (BCE), son dos circunstancias que impulsarán una mayor consolidación en el sector financiero español. Así se confirma desde la patronal bancaria, apenas un día después de que tanto Pepe Sevilla como Gonzálo Gortázar, consejeros delegados de Bankia y Caixabank, respectivamente, apostasen por una futura ronda de fusiones. "Ya no sólo competimos entre nosotros sino también con la nueva realidad de la zona del euro. Puede haber oportunidades de unión, pero no sólo en España, sino también en Europa", explica Villasante.

El secretario general también se ha referido a la posibilidad de que la patronal bancaria amplíe el número de miembros con nuevas incorporaciones, como la de Abanca, la entidad resultante de la fusión de cajas gallegas que se integró en junio de este año, o la del Banco de Crédito Cooperativo, cabecera del Grupo Cajamar, que lo hizo el pasado lunes.

Aunque no ha querido desvelar si hay actualmente conversaciones en este sentido con otras entidades, ha asegurado que las puertas de la AEB "están abiertas", al tiempo que ha admitido la posibilidad de negociar una fusión entre las patronales de bancos, cajas y cooperativas. Esto será "cuando las dos quieran, estamos abiertos y dispuestos", ha añadido.

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