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Economía

Arcano avisa a sus clientes: "es un momento único para volver a invertir en España"

El banco de inversión español Arcano envió ayer a sus clientes un extenso informe sobre España, que desmiente varias teorías agoreras sobre la economía doméstica, indicando que es un momento más que adecuado para tomar posiciones en España.

Los expertos comentan, a modo de introducción que “argumentamos que ahora es un momento único para invertir en España”. Su informe (de unas 80 páginas) se basa en tres ejes fundamentales:

“Los inversores deberían mirar más allá de los mitos que rodean España y enfocarse en los fundamentales de su economía”. Además, “España es solvente”. El documento “analiza no solo la deuda sino también los activos, para evaluar la solvencia fundamental del sector público, las empresas y las familias”. Y, por último, defienden que el país “es capaz de crecer y ya hay segmentos de la economía que lo están haciendo: excluyendo el sector de la construcción, la economía española ha crecido a un ritmo del 2% del PIB en los últimos años, más que muchos países de la OCDE”.

Conforme puede verse en el primer gráfico, Arcano comienza su exposición desmontando 10 mitos negativos sobre la economía española, que son repetidos reiteradamente desde el exterior: 

En primer lugar, niega el argumento que afirma que el elevado peso de la deuda frente al PIB (del 363%), deje a la economía cerca del colapso. Arcano desinfla este argumento afirmando que esa cifra es inferior a la mostrada por paises como Japón o Reino Unido y muy similar a Francia. Indica que hay mucha deuda doblemente calculada, es decir, “si uno debe 100.000 euros a un banco español y este otros 100.000 a un inversor alemán, la deuda nacional debería ser 100.000, no 200.000 euros”. Además, habría que descontar los préstamos entre compañías del mismo grupo. Efectuando un balance en este sentido, “el apalancamiento total sobre PIB a finales del segundo semestre sería sólo del 268%”, es decir, casi 100 puntos básicos inferior.

En segundo lugar, niegan que el Gobierno y las administraciones locales tengan una imprudente política de gasto y no acometan ajustes. Conforme indican los expertos en cuestión, España tenía a finales del pasado año un gasto del 45% sobre PIB, frente el 49% medio de la UE. El problema real es la caída de ingresos, ya que una gran parte de ellos ha tenido un origen no sostenible, derivado principalmente del sector inmobiliario. Pero nuestro país “ha sido menos imprudente que EE UU o Reino Unido en cuanto a consolidar gasto”.

Como tercer punto, también desmienten que España haya dejado de ser competitiva y que los costes laborales se hayan disparado por la introducción del euro. Los analistas del banco de negocios destacan que los costes laborales han descendido en gran medida y que la productividad se ha disparado. Como puede verse en el segundo gráfico, desde 2009 la economía española ha experimentado una fuerte caída de los costes laborales (la curva gira hacia la izquierda), unida a un incremento de la productividad (la curva repunta de manera muy acusada). 

El cuarto punto también es muy polémico: España no tendrá capacidad de crecimiento para salir de la crisis. Arcano lo niega y dos apuntes bastan: La economía nacional acabará 2012 con un récord histórico de exportaciones, por un importe superior a los 200.000 millones de euros. Un 22% del PIB, pero ni mucho menos es una cifra tope. Por otro lado, si no se contabilizara el sector de la construcción, “el PIB habría crecido un 2% el pasado año”.

Como quinto mito, rechazan que quede una gran corrección en sectores como el inmobiliario, con su inevitable repercusión en el PIB. Los expertos destacan que la economía ya se ha contraído un 5% desde que empezó la crisis y que no es previsible que se vean circunstancias como la caída de otro 20% en el precio de la vivienda. “Esos argumentos se han calculado emulando el caso irlandés”, pero el español es distinto. Irlanda tenía activos inmobiliarios por una proporción al PIB superior a la española, señalan. Anunciar más caídas, sin tener en cuenta la situación legal en España, por ejemplo, “es muy simplista”, concluyen.

En el sexto puesto, tampoco creen que Europa vaya a dejar salir a España del euro. En este sentido, los argumentos expuestos son sencillos y demoledores: El Banco Central Europeo (BCE) caería inmediatamente en insolvencia, ya que se vería reclamando al Banco de España los 411.000 millones de euros de saldo deudor en el sistema de pagos Target 2 que de inmediato sufriría una devaluación del 50%. Como el Eurosistema está apalancado en más de 20 veces, “el BCE debería ser recapitalizado, principalmente con dinero alemán”.

Efecto dominó

A partir de ahí, todo un efecto dominó: contagio a Italia, fuertes pérdidas en la banca alemana y francesa debido a la caída de la deuda periférica, pérdida de valor de los fondos de pensiones germanos a su vez y, con toda seguridad, la creación de un nuevo marco alemán que se apreciaría con fuerza, dificultando las exportaciones al resto de la eurozona por el riesgo divisa.

En el séptimo lugar, no están de acuerdo con la sentendia queindica que España no va a acometer más reformas. Los expertos del banco recuerdan que el 26 de abril de este año, The Wall Street Journal publicaba con gran despliegue que Rajoy no tenía la disposición de acometer los recortes necesarios, pero que “dos días después el Gobierno anunció un ajuste fiscal de 62.700 millones de euros y en julio otro de 56.500 millones de euros (subida del IVA, recortes a los funcionarios) lo que sumado ofrece 119.000 millones entre 2012-2014 o un 11,3% de PIB, uno de los mayores ajustes fiscales conocidos en la historia”.

Otro apartado interesante que Arcano desmonta en octavo lugar es que en España esté teniendo lugar una fuga de depósitos de la banca. El informe cita de nuevo al diario estadounidense, recordando que en agosto informó que la salida total de dinero en lo que iba de año era de 1,7 billones (españoles) de euros… cuando la base total de depósitos es de 1,1 billones. “Es imposible que se haya ido 1,5 veces la suma total”. Tal como aclaró en su momento el Banco de España, esas cifras afectaron a titulizaciones y pagarés de inversores no residentes, que computaban en la base de depósitos, pero no eran ni mucho menos titulares de cuentas corrientes llevándose el dinero de España, como se alertó con gran estruendo. 

En novena posición, tampoco es cierto que el CDS de España sea fiable cuando indica que es menos solvente que muchos países emergentes. El seguro de impago no muestra exclusivamente la posibilidad de un default, sino que en el caso español cotiza en exceso la iliquidez de un país pero no otros factores como pueden ser la firmeza de la democracia. En este sentido, destaca como durante mucho tiempo, “Egipto ha tenido mejor cds que España hasta que estalló la Primavera Árabe”. España tiene problemas de liquidez, “pero las medidas anunciadas este año (Fondo de Rescate, programa de compras de deuda) proveerán la suficiente para que mantenga su solvencia intacta”.

En último lugar, descartan que los españoles no trabajen duro. Lo justifican con ratios de productividad, aunque sobre este último apartado sin duda cada español tendrá su opinión.

Como conclusión, destacan que la economía doméstica “por primera vez está intentando salir de la crisis mediante reformas estructurales y no con devaluaciones”. Asimismo, apelan al espíritu nacional: “España ha sido capaz de reinventarse en los 30 años posteriores a la dictadura de Franco, construyendo líderes mundiales como Inditex, Telefónica, Santander, Iberdrola o Ferrovial”.

Propuestas

El éxito de que la economía pase a la senda del crecimiento dependerá de factores como la competitividad del sector empresarial, la calidad de las infraestructuras, la capacidad de financiar estas infraestructuras (será vital mantener el superavit por cuenta corriente para ello), un sistema público capaz de cubrir las necesidades básicas (seguridad, sanidad y educación), etcétera.

Y recomiendan más medidas de consolidación fiscal (entre otras cosas, proponen una venta masiva y total de activos inmobiliarios por parte del Gobierno, eliminar administraciones redundantes o dotar de incentivos a las pymes que creen empleo), y de financiación a las empresas (potenciar canales no bancarios, retrasar la implementación de Basilea III para dar tiempo a que los bancos se desapalanquen…).

Opinan que si España solicita un “rescate suave”, consistente en una línea de crédito precautoria por parte del Mecanismo de Estabilidad, así como algunas compras de deuda por parte del BCE, todo ello “a principios de 2013”, se estaría muy cerca ya “del principio del final de la crisis del euro”. Entonces, la recuperación de la confianza subiría muchos enteros y “los inversores internacionales se fijarían en los buenos fundamentales de la economía española que hemos expuesto”. 

El año que viene el país deberá confirmar que continúa fuerte exportando bienes y servicios, mientras sigue ajustando el déficit y saneando su sistema bancario. Si es así, “estarán puestos todos los ingredientes para la recuperación en 2014”. 

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