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Economía

Merkel prolonga la agonía de España al exigir una petición formal de rescate

Los especuladores están atacando la deuda y la Bolsa española con crueldad y lo seguirán haciendo mientras no lleguen mensajes concretos y homogéneos por parte de los dirigentes de la Eurozona. Algunas firmas financieras han dejado a las claras qué es lo que quieren escuchar desde las altas instancias europeas, pero ni en España, ni el Eurogrupo, ni Alemania; pasando por la Comisión Europea, se ofrece una línea argumental concreta. Lo último ha sido la exigencia de presentar la solicitud de rescate bancario 10 días después de haberse anunciado. 

El pasado sábado 9 de junio se anunció un programa de ayudas a la banca desde el Gobierno como si fuera un éxito, pero ahora España deberá solicitarlo formalmente, después de las exigencias de la canciller Angela Merkel. Los inversores querían escuchar a estas alturas información concreta sobre el plan de rescate, pero mañana comenzarán a operar con la sensación de que todavía hay que rellenar solicitudes. De todas formas, la Comisión Europea había puesto su grano de arena también, poniendo en tela de juicio que se puedan ofrecer apoyos directos a los bancos en lugar de a los estados.

Según informa Efe, el Gobierno español negocia con el Eurogrupo las condiciones del préstamo de hasta 100.000 millones de euros para la banca española, con el objetivo de que contamine lo menos posible la deuda soberana, y tiene intención de formalizar la petición de ayuda esta misma semana. Fuentes del Ejecutivo español han ofrecido estos detalles después de que Merkel señalara que el G20 había solicitado a España que concretara con rapidez y claridad su petición de ayuda.

Según estas fuentes, España es la primera interesada en tramitar con celeridad la ayuda, pero se está negociando el memorándum que establecerá las condiciones bajo las que se inyectará el dinero al FROB, de titularidad pública.

Todas las dudas sin resolver

La situación no va a cambiar mientras continúe esta imagen de improvisación y falta de ideas claras. El mercado quiere concreción para tomar decisiones. Así lo afirman desde entidades como Banif (Grupo Santander), que comenta en un pesimista informe que “faltan por resolver todas las cuestiones que rodean a la ayuda al sector financiero español”.

Merkel exige sumisión a España y parece decidida a evitar que el rescate pueda ejercer un efecto balsámico en nuestro país, que puedan capitalizar sin más De Guindos y Rajoy. A estas alturas ha impuesto trámites burocráticos, pese a la sesión infernal de los mercados del pasado lunes, en la que la prima de riesgo se disparó hasta los 600 puntos básicos y lo que es peor, la rentabilidad a largo plazo se colocó por encima del 7%.

Los políticos parecen no darse cuenta de que los especuladores están en otra longitud de onda. Exigen conocer ya el tipo de interés del préstamo del rescate, la duración del mismo, la contabilización en las cuentas públicas españolas; si eventualmente la ayuda cuenta con algún tipo de prelación sobre el resto de acreedores del Reino de España o aclaraciones como “si va a ser el EFSF el mecanismo quien articulara la inyección de fondos, lo que facilitaría la igualdad de condiciones entre acreedores del Tesoro español”, o el Mecanismo de Estabilidad, tal como indican en Banif.

 Todo eso debería saberse después de la reunión del Eurogrupo del 21-22 de junio, aunque cada vez parece más difícil con esta batalla política en las altas instancias. Por cierto, el mismo jueves 21 deberían conocerse también las cifras definitivas de capital de la banca establecidas por Roland Berger y Oliver Wyman, los auditores independientes establecidos por el Gobierno.

Banif, además, señala que en el Consejo Europeo de finales de junio, debería tratarse “una flexibilización de las políticas económicas, con mayor énfasis en el crecimiento, y avanzar hacia una mayor integración fiscal y financiera”, discurso que horroriza, visto lo visto, a Merkel.

La disparidad de discursos entre políticos y mercados no puede ser más patente, por lo que no es extraño que los expertos citados señalen, al hablar de los ataques a la deuda doméstica que “será necesario contar con una resultado positivo en estos frentes y/o un apoyo más explícito del BCE para poder asistir a un giro en la deriva de mercado”, cosas que, de momento, parecen lejanas. Esta semana deberá ser decisiva. 

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