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Economía

La prima española adelanta a Italia y Brasil y algunos gestores comienzan a apostar por una mejora del rating

España tiene su bono a 10 años en el 4,28%, 12 puntos por debajo de Italia y empatada con Brasil, cuya activo similar emitido en dólares está también al 4,28%. El rating nacional por parte de Standard & Poor's es BBB-, mientras que el de Italia es BBB+ y el de Brasil, BBB. Algunos gestores españoles han obtenido elevados rendimientos apostando hace meses por este estrechamiento de diferenciales. Y no descartan más ganancias, que se traducirían en una mejora de rating, aunque esto ya depende de una sola persona: Mariano Rajoy y los mensajes que mande en materia de déficit.

Alguien que vio sin dudar que España despegaba es Javier Montoya, gestor del fondo Alpha Plus Renta Fija Dinámica, instrumento que gana un 8,2% en el año pese a su sesgo conservador, con la volatilidad muy controlada. El experto declara que “a finales del pasado año tuvimos claro que se estaban generando dos dinámicas: una buena aquí, y otra más débil en Italia, por lo que abrimos posiciones relativas, largas (compradoras) de futuro sobre bono español y cortas (vendedoras) sobre italiano”. El éxito le ha llevado a ser el segundo mejor fondo de la categoría.

Conviene recordar hace unos meses eran tiempos en los que Italia gozaba de más de 100 puntos básicos a su favor respecto España (llegó a rozar los 200) y que ahora el bono doméstico está 12 puntos por debajo. Tampoco está mal superar a Brasil, hasta hace nada paradigma de país emergente. En 2009, era un país triunfador, que ganaba JJ OO a España. Ahora, parece víctima de la burbuja. Las agencias de calificación le dan avisos y el país sufre, víctima de las sombras de corrupción e inseguridad jurídica.  ¿Peligran los mundiales de fútbol y el evento olímpico?

Algo muy parecido hizo Félix López, responsable del ATL Capital Renta Fija, que sube por levamente por encima del 5% en el ejercicio, retorno que no parece espectacular pero para ser un instrumento conservador multiplica por más de tres veces el tipo medio de los depósitos remunerados, del 1,5%. Su entidad hace tiempo que se muestra positiva sobre España e incluso se han quedado algo cortas en materia de comportamiento de la deuda.  

Ese déficit…

El experto considera que nuestro país evoluciona “con la macro a favor”, pero que hay un riesgo claro: “el déficit primario”. Tanto López como Montoya coinciden en que la TIR española no replica ya el de un país al borde del bono basura y que podrían llegar mejoras en la calificación crediticia. El primero no descarta “una sorpresa positiva”, en forma de mejora del outlook negativo por parte de S&P antes de final de año, pero para ello, España debería dar alguna señal inequívoca con el déficit, más allá del descenso que implica el menor coste financiero de la deuda.

En su opinión, no vale con dejar que la economía vaya mejorando y el consiguiente aumento de los ingresos maquille poco a poco las cuentas. “Si eso fuera así, el upgrade de las agencias llegaría también más tarde”, dice López. Ambos gestores insisten en que el Gobierno debe dar un mensaje claro en materia de cumplimiento del déficit o al menos anunciar un verdadero paquete de recortes, que pase por una reducción del sector público y no por más impuestos, algo que ya ni siquiera sería bien visto por los organismos internacionales, coinciden.

Por lo menos, otros 20.000 millones

La cosa parece simple: Rajoy debe anunciar ya “al menos, un ajuste de 20.000 millones, que ofrezca credibilidad”. Hay mucho dinero todavía por entrar en deuda española. De hecho, este buen comportamiento de algunos fondos de renta fija domésticos no ha tenido réplica en Europa, ya que las carteras internacionales estaban totalmente infraponderadas sobre España. Por el contrario, algunos fondos de Bankinter, Bankia o Mutua Madrileña sí han acompañado esta trayectoria.

Ahora, a por Francia

Lo que sí tienen claro los gestores es que todavía hay recorrido en la deuda española. Apuestan por un diferencial en el entorno de los 200 puntos básicos, anunciado en su día por el ministro de Economía Luis de Guindos, y por tanto, por operaciones long-short entre España y Francia.

Si la deuda se coloca en el 4% o por debajo, con el superávit por cuenta corriente, el turismo a buen ritmo, las revisiones generalizadas de las previsiones de crecimiento y el paro que ha frenado su terrorífica tendencia, las agencias de rating deberán revisar la situación española, que hasta hace pocos meses estaba a punto de caer en bono basura. Pero depende de Rajoy que lo hagan rápido. 

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