Quantcast

Deportes

Así viven nuestros medallistas 'minoritarios' cien días después de los Juegos

Carolina Marín besa su oro olímpico.

Hay a quien le parecerá que fue ayer, pero hace ya cien días que el rocambolesco pebetero del 'Engenhão' de Río de Janeiro dejó de iluminar a los atletas. Aquel mamotreto cinético, ideado por Anthony Howe, sirvió de faro de unos Juegos Olímpicos particulares, que terminaron arrojando una participación destacada para la delegación española: sólo en Barcelona 92 los nuestros consiguieron más medallas de oro.

España rompió tarde a ganar pero cuando lo hizo, se dio un empacho. La última semana de competición fue brillante (el arreón final, para enmarcar) y palió un arranque de competición decepcionante, estimulado casi en exclusiva por la figura de Mireia Belmonte. Todo el evento a semejante velocidad de crucero y el COE hubiese regresado a hombros de Brasil.

Más allá de algunos habituales en esto del trofeo, la sonrisa y la foto (la selección española de baloncesto, Rafa Nadal o la propia Mireia son ya tradicionales caballos ganadores), estos últimos Juegos sirvieron para situar (o terminar de enfocar) en el mapa de nuestro deporte a nombres que también merecieron gloria en tierras cariocas. Esfuerzos e historias quizá no tan mediáticas, pero igualmente meritorias. A muchos de ellos el tiempo les ha vuelto, por desgraciada inercia mediática, a sacar del foco. Averigüemos hoy cómo aquella presea les cambió la vida.

Carolina Marín (bádminton)

La onubense, después de haberlo ganado todo en un deporte en el que permanentemente ha pisado territorio comanche, engarzó el anhelado oro olímpico a una carrera, a sus 23 años, prodigiosa. Una centena de días después de abandonar Río, su vida discurre, dice, "sin muchos cambios". "Sigo entrenando todos los días muchas horas, continúo compitiendo... Soy campeona olímpica, pero no me quiero quedar sólo ahí, quiero seguir creciendo", afirma. "Eso sí: ahora, cuando voy por la calle, mucha gente me conoce y me transmite su cariño", apunta.

El social es quizá su cambio más drástico, ahora que es un rostro sobradamente reconocible de nuestro deporte. "Antes, me gustaba ver todas las notificaciones de las redes sociales, pero desde los Juegos Olímpicos me resulta imposible por la cantidad de ellas que me llegan". ¿Cómo pinta el futuro para Carolina? Su representante ya se ha reunido con algunas marcas importantes que buscan patrocinar a una chica que parece sinónimo de éxito, en Juegos o durante la Olimpiada.

Ruth Beitia (salto de altura)

xxxxxxxxxxx

Marcus Walz (piragüismo)

xxxxxxxxxx

Cristian Toro (piragüismo)

xxxxxxxxxxx

Eva Calvo (taekwondo)

xxxxxxxxxxxxx

Carlos Coloma (mountain bike)

xxxxxxxxxx

Lydia Valentín (halterofilia)

xxxxxxxxxx

Maialen Chourraut (piragüismo)

xxxxxxxxxx

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.