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¿Cómo jodemos hoy a los atléticos?

Aficionados rojiblanco en el partido Atlético Féminas-Barcelona

Acudieron este domingo entre 15.000 y 20.000 aficionados atléticos al Vicente Calderón con la intención principal de olvidar durante un par de horas los disgustos "empresariales" que les dieron el viernes: el nombre del nuevo estadio -Wanda Metropolitano- y la "evolución" del escudo.

Los seguidores rojiblancos sólo querían disfrutar con el Atlético Féminas, equipo que se jugaba el liderato con otra potencia de la Liga Iberdrola, el Barcelona. Y disfrutaron, porque las chicas ganaron 2-0, pero antes tuvieron que sufrir la enésima chapuza en la gestión de la directiva.

Así, según las denuncias de no pocos aficionados vía Twitter, el club no previó la masiva asistencia de público, abrió poquísimas puertas del estadio, y las enormes colas provocaron que muchos se perdieran buena parte del primer tiempo del encuentro:

"¡El escudo no se toca!"

Además de animar a sus jugadoras, los aficionados atléticos aprovecharon la primer cita oficial de uno de sus equipos representativos para gritar a los cuatro vientos una opinión que van a tener que soportar los mandatarios rojiblancos durante mucho tiempo. El escudo del club que pretender imponerles a partir del año próximo no les convence en absoluto y de ahí el cántico que se convertirá en constante: "¡El escudo no se toca!"

"¡El escudo no se toca!", canta la grada del Calderón pic.twitter.com/HA0oNBd2SK

— Atleti VAVEL (@Atleti_VAVEL) 11 de diciembre de 2016

Siendo preocupante -por lo que distrae de los objetivos deportivos- esta oposición mayoritaria de la masa social al cambio de escudo, lo realmente grave es la maniobra del club, utilizando a futbolistas, técnicos, leyendas y personajes públicos de reconocido pedigrí atlético para "vender" ese nuevo diseño.

Para empezar está el vídeo oficial que explica y justifica la "evolución". En él aparecen un mito de la historia colchonera, Gárate; el capitán del primer equipo, Gabi;  uno de los opinólogos atléticos más respetados, el escritor -y representante de Fernando Torres- José Antonio Martín Petón; y Clemente Villaverde, gerente y exfutbolista del Atlético.

Este domingo Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético e ídolo máximo de la afición, intentó lidiar con tan peliaguqa cuestión. Primero le dio la razón al club -"la evolución existe y es continua"-, pero luego hizo un guiño evidente a los indignados seguidores: "A veces somos reacios a los cambios y es normal, porque estamos acostumbrados a lo que siempre hemos tenido".

Ese es exactamente el paisaje. Un campo de minas que amenaza con reventar uno de los grandes valores del Alético: la paz y unión social entre todos los estamentos del club que están por debajo de la directiva.

La gestión dual de Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado de la sociedad anónima deportiva, y de Enrique Cerezo, presidente del club, siempre han sido objeto de duras críticas y de no pocas denuncias judiciales por parte de aficionados y peñas atléticas, pero hasta ahora había unanimidad en separar a ese dúo y sus andanzas de todo lo demás. En la defensa de las señas de identidad y la historia y en el apoyo incondicional a los colores iban todos a uno. Hasta ahora.

Los acontecimientos de las últimas horas han resquebrajado esa unidad. En el fragor de la batalla, se mezclan confusión, exageraciones, malos entendidos, reproches y demás sentimientos que, más allá de un estadio, incluso del escudo, amenazan con provocar una o varias grietas en los que eran sólidos cimientos del sentir atlético.

https://twitter.com/Spitz_Haifisch/status/807981293669597184

https://twitter.com/carlosdepaz9/status/807316369134022656

https://twitter.com/Alvarosg_93/status/807246869743210496

https://twitter.com/LaZonaMixta1/status/807211563228729344

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