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"Messi, Xavi e Iniesta eran como escolares, con la cabeza agachada. Era ridículo"

La biografía de Zlatan Ibrahimovic no tiene desperdicio. Como era de esperar, en ella el delantero vuelve a mostrarse muy crítico con Pep Guardiola, quien le fichó para el Barcelona, pero acabó sacrificándole para complacer a Leo Messi. "Me sacrificó y me convirtió en un jugador peor", asegura Ibra.

El delantero sueco afirma que el técnico catalán ni le hablaba ni le miraba: "Ni siquiera me daba los buenos días. Ni una sola palabra. Evitaba mirarme a los ojos. Si entraba en una habitación, él se iba. ¿Qué está pasando?, pensé. ¿Es algo que hice? ¿Le miré mal? ¿Estoy hablando en tono gracioso? Todo eso zumbaba en mi cabeza y no podía dormir. Uno de mis compañeros me dijo: 'Zlatan, esto es como si el Barça hubiera comprado un Ferrari y se condujera como un Fiat', y pensé: Sí, es una buena manera de ver las cosas", afirma.

En cuanto a la filosofía del Barça, Ibra dice que "tenía la impresión de que el Barcelona era como volver al Ajax, como volver a la escuela". Y es entonces cuando lanza varios dardos a varios de sus ex compañeros. "Messi, Xavi, Iniesta eran como escolares", comenta sobre su relación con Guardiola. "Ninguno de los chicos actuaban como superestrellas, lo que era extraño. Los mejores futbolistas del mundo se quedaron allí con la cabeza agachada, y yo no entendía nada de eso. Era ridículo", añade.

"Todo el mundo hacía lo que se les decía", recuerda el sueco sobre su estancia en el Barça. "Yo no encajaba, en absoluto. Dije lo que la gente quería que dijera. La fastidié completamente. Conduje el Audi del club y me quedé allí y asentí con la cabeza. Apenas grité más a mis compañeros. Estaba aburrido, Zlatan ya no era Zlatan", añade.

Por contra, la relación de Ibrahimovic con José Mourinho no tiene nada que ver con la de Guardiola: "Mourinho te convertía en un chico que básicamente estaba dispuesto a morir por él. Trabaja el doble que el resto, vive y respira el fútbol 24 horas los siete días de la semana. Nunca he conocido a un entrenador con ese tipo de conocimiento sobre ambos lados. Estaba en todo, sabía hasta la talla de zapato del tercer portero", afirma el delantero del PSG.

"Mourinho ha creado lazos personales con los jugadores con sus mensajes de texto, y su conocimiento de nuestra situación con nuestras esposas e hijos. Él nos animaba antes de los partidos, era como un teatro, un juego psicológico", comenta Ibra.

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