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Vettel teme a la lluvia; en Ferrari, que Massa cumpla su "prioridad" de ganar en Brasil

Sebastian Vettel transmite seguridad y optimismo. Es el líder del Mundial, le saca 13 puntos al segundo –Fernando Alonso-, tiene el mejor coche –Red Bull- y sólo le queda un trago –Brasil- para apurar la copa del título mundial, pero… la tormenta parece ir por dentro.

El alemán sabe que el circuito de Interlagos es el último que elegiría cualquier piloto para, teniendo ventaja, jugársela. Justo lo contrario de lo que piensa Fernando Alonso. Si sólo se aferra a lo imprevisible, nada mejor para el español que la ruleta rusa de asfalto de Sao Paulo. Y encima con lluvia.

Vettel regaló sonrisas durante la rueda de prensa oficial previa al GP de Brasil, pero dejó entrever una preocupación: el agua que anuncian todos los partes meteorológicos para el fin de semana. Medio en broma medio en serio, el alemán reconoció que ha consultado a varios lugareños de Sao Paulo sobre el clima y también a Pirelli sobre los neumáticos a utilizar: "las cosas pueden pasar muy rápidamente y el tiempo puede cambiar mucho. Me han dicho que hace dos días hubo una lluvia muy fuerte que no se esperaba. Probablemente el sábado y el domingo también llueva, pero no tenemos que preocuparnos. Pregunté a Pirelli y me dijeron que traían los contenedores llenos de neumáticos de lluvia".

Además, en Red Bull están preocupados por las exigencias de un circuito que hace trabajar duro a las mecánicas. Y el foco principal de ese temor es el alternador, pieza que obligó a Webber a abandonar en el GP de Estados Unidos. La desconfianza es tal que, en una medida sorprendente, Reanult, su suministrador de motores, va a proporcionarles un nuevo modelo de alternador. Por supuesto, está probado y más que certificado, pero en F1 se ha demostrado muchas veces que una cosa es la teoría en laboratorios y garajes y otra bien diferente lo que sucede en la pista a máxima presión.

Fernando Alonso está más tranquilo por aquello de que no tiene "nada que perder", pero en su caso la emoción tiene el toque personal de Felipe Massa. El brasileño, seguramente escocido por las críticas levantadas en su país a raíz de lo sucedido en Texas -fue sacrificado en la parilla por Ferrari para permitir que Alonso saliera por la parte limpia-, se descolgó con una declaración de intenciones insólita: "Intentar ganar por tercera vez, esa debe ser mi prioridad aquí. Es una carrera muy especial para mí. Voy a intentar vencer, confiando en que Alonso pueda ser segundo y ganar el campeonato sin problemas". Si eso ocurriera, Vettel debería quedar octavo o mas abajo para no ganar el Mundial. Seguro que en la escudería italiana comentarán este particular con su segundo piloto.

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