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Chorreo del Real Madrid al Liverpool en Anfield a golpe de toque y toque (0-3)

Benzema celebra uno de sus goles anoche en Anfield.

Anfield, una de las catedrales del fútbol europeo, contempló por fin al gran Real Madrid. Hasta el momento los blancos nunca habían logrado la victoria en tan señero estadio, pero eso es pasado. La cosa quedó 0-3, un resultado que ya estaba en el marcador en el descanso y que pudo ampliarse en unas cuantas ocasiones. El Madrid, como viene demostrando en fechas recientes, es un espectáculo. Sigue sin estar Bale, lesionado, así que los blancos se han adaptado a un 4-4-2 con un centro del campo plagado de jugadores finísimos. Kroos, Modric, James e Isco son, principalmente, un cúmulo de talento. El Madrid, rey del contraataque en el último lustro, se está acomodando en el toque porque las características de sus jugadores así lo aconsejan. También los de arriba, Benzema y Cristiano, son bien capaces de sumarse al baile y ayudar en ese laberinto de pases que está haciendo del Madrid un equipo de museo.

El Liverpool, que el año pasado tuvo su mejor temporada en mucho tiempo, suponía un escalón más de dificultad en la serie de partidos del Madrid, pero tampoco demostró nada para incomodar a los de Ancelotti. En Anfield hubo un equipo que mandaba y mandaba y otro que miraba con miedo al reloj, pues sabían que era probable una nueva estampida blanca. En términos de este encuentro, y como recuerdo a épocas peores para el equipo de Chamartín, se puede decir que fue un chorreo.

El Madrid, que siempre fue un equipo con suma facilidad para generar ocasiones, ha ido modificando sus formas, pero hay algo que se mantiene en el tiempo inalterable: el gol. Fueron dos de Benzema y uno, como no, de Cristiano Ronaldo. El portugués ha hecho de marcar una rutina, es mortífero y genial, una fuerza de la naturaleza. Nunca había marcado en Anfield, eso también paso a la historia, pues suya fue la apertura del marcador. El francés, su pareja de baile, es otra cosa. Cambia la fuerza por la sutileza, la rabia por la chistera. Su primer gol en Anfield un cabezazo delicado, bombeado por encima de Mignolet. Un nueve prefiere reventar, él es otra cosa.

Cambia la fuerza por la sutileza, la rabia por la chistera

Estuvieron bien asistidos por James a Isco, que ayer lucieron por encima del resto, encontrando todos los espacios que había en el césped y tratando el balón con guante blanco. Tienen los dos una querencia por lo estético, siempre encuentran la mejor opción en el horizonte y no fallan la ejecución. Son de esos jugadores de los que se sospecha porque no son torres ni forzudos, pero tienen la esencia del fútbol en las botas.

El ataque del Madrid está sobradamente probado, así que solo queda la defensa por ser testada. Desde que la Real Sociedad se encontrase a un anémico Real Madrid los blancos han roto en gran equipo, lo que ha supuesto que hayan desaparecido los problemas atrás más por ausencia de trabajo que por saber de su calidad. El sábado, contra el Barcelona, tiene que haber prueba de fuego para ellos, que hasta el momento son los primeros espectadores del fabuloso ataque. El fútbol regala el sábado un nuevo clásico al que llegan ambos equipos como huracanes. Se cuentan las horas para que llegue. 

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