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Bimbo manda al banquillo al mudo y "enano" Messi y lo cambia por el simpático y robusto Cristiano Ronaldo

Es sólo un anuncio de apenas un minuto y marcado carácter humorístico, pero está dando mucho juego. Juego subterráneo, para ser más exactos. Y es que Bimbo ha contratado en los dos últimos años a los dos futbolistas que se disputan la supremacía mundial: Messi y Cristiano.

La comparación entre ambos vídeos es inevitable y su visionado confirma la personalidad de uno y otro jugador. En el anuncio del año pasado Messi, tímido, prácticamente no habla. Sólo se oye su voz de fondo, se supone que leyendo, al final del corto metraje, cuando alaba las virtudes del producto publicitado.

Este año el elegido por Bimbo para el papel estelar ha sido Cristiano Ronaldo. Al contrario que Messi, el portugués lleva la iniciativa de la conversación durante todo el spot, se ríe, es cercano y se le nota mucho más cómodo ante las cámaras.

No obstante, el guiño más irónico del guión en ambos casos alude a la complexión física de una y otra estrella. Con su estatura concretamente. En 2012, la mamá coprotagonista del anuncio le espeta a Messi: "Mi hijo también necesita crecer".

Como es sabido, a Messi le diagnosticaron problemas de retraso en su crecimiento cuando tenía nueve años y medía 1,27 metros. Ya entonces le apodaban 'La Pulga' y en Argentina su padre no consiguió apoyo económico para pagarse el costoso tratamiento a base de hormona de crecimiento. El Barcelona asumió el riesgo de financiarle dicho tratamiento, años después explotó como futbolista y hoy está considerado el número 1 del mundo.

En el spot filmado por Bimbo este año, la misma madre, interpretada por idéntica actriz, le dice todo lo contrario a Cristiano Ronaldo, cuyo bíceps izquierdo toquetea fugazmente. "Tú no necesitas crecer. De hecho, te ves muy bien!".

La comparación entre ambos vídeos ha desatado todo tipo de comentarios en Internet por parte de los admiradores de uno y otro jugador. Algunos llegan a interpretar el cambio como la constatación de la tendencia ascendente del portugués y cierto estancamiento del argentino, cuya imagen algunos también consideran erosionada por el presunto delito fiscal que estos días se juzga en Barcelona.

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