Quantcast

Deportes

Las estrellas de la NBA se mojan en la gala de los ESPYS contra el racismo: "El sistema ha quebrado"

Carmelo Anthony, Chris Paul, Dwyane Wade y LeBron James en la gala de los ESPYS.

"El sistema ha quebrado". Así de contundente se manifestaba Carmelo Anthony el pasado sábado en sus declaraciones recogidas en el New York Dialy News. La estrella de los Knicks llamaba a sus compañeros deportistas a significarse políticamente y utilizar su influencia para luchar contra el racismo y la violencia armada, que tan violentamente lleva golpeando a Estados Unidos en las últimas fechas. En los últimos días, el país está sumido en protestas por la muerte de varios ciudadanos afroamericanos a manos de fuerzas del orden, a lo que se sumó el asesinato por parte de un francotirador de cinco policías durante precisamente una de esas protestas en Dallas. Ante este panorama, muchas personalidades importantes, incluyendo al presidente Barack Obama, intentan llamar a la unidad para evitar que el clima de violencia comience a ser incontrolable.

La llamada de Carmelo no ha tardado en hacer efecto, y solo cuatro días después han sido LeBron James, Dwyane Wade y Chris Paul quienes se han sumado al propio Anthony. Fue en la gala de los premios ESPYS en Los Ángeles, unos galardones que podrían catalogarse como los Oscars del deporte y cuya ceremonia se emite en directo en horario de máxima audiencia. El mensaje de las cuatro estrellas de la NBA llegó en la apertura de la ceremonia, antes de que se comenzasen a repartir los premios a los mejores atletas del año. Empezó de nuevo Anthony, reafirmándose en su discurso: "el sistema ha quebrado. Los problemas no son nuevos, la violencia no es nueva y la división racial tampoco lo es, pero la urgencia por un cambio urgente está definitivamente más fuerte que nunca”.

Por su parte, Chris Paul decidió recordar a otros atletas históricos que lucharon por los derechos sociales y con su compromiso impulsaron un cambio en épocas convulsas: “generaciones atrás, leyendas como Jesse Owens, Jackie Robinson, Muhammad Ali, John Carlos y Tommie Smith, Kareem Abdul-Jabbar, Jim Brown, Billie Jean King, Arthur Ashe y muchos más establecieron un modelo por el cual los deportistas deberíamos actuar. Nosotros tenemos que seguir sus pasos”. La estrella de los Clippers, el más joven de los cuatro y sobrino de un oficial de policía, recitó los nombres de personas asesinadas en incidentes con armas de fuego.

El momento álgido fue el de la intervención de LeBron James, reciente MVP de Las Finales, tres veces campeón de la NBA y el jugador de baloncesto más reconocido del mundo. 'The King', que ya había mostrado su implicación política anteriormente, explicó que “hoy honramos a Muhammad Ali, el más grande. Pero para hacer justicia a su legado, utilicemos este momento como una llamada a la acción a todos los atletas profesionales para que nos eduquemos, exploremos estos temas, hablemos alto, usemos nuestra influencia y renunciemos a toda violencia y, más importante, volvamos a nuestras comunidades, invirtamos nuestro tiempo y nuestros recursos para ayudar a reconstruirlas, a fortalecerlas, a cambiarlas. Todos tenemos que hacerlo mejor”. El propio Lebron terminaría siendo el gran triunfador de la gala, llevándose los premios de Mejor Deportista Masculino, Mejor Jugador de la NBA y Mejor Actuación en un Triunfo.

La parte más directa y emotiva del discurso fue la de Dwyane Wade, flamante nuevo jugador de los Chicago Bulls, que hizo un llamamiento muy claro: “esta situación tiene que acabar. La mentalidad de disparar a matar tiene que acabar. No se puede seguir sin valorar la vida de las personas de raza negra. Y las represalias tienen que acabar también. La interminable violencia de Chicago, Dallas, o ni digamos Orlando, tiene que terminar. Esto tiene que parar. Como deportistas nosotros debemos hacer más de lo que ya hacemos, y no siempre será fácil, pero es necesario. ¡Basta es basta!”.

Curry, presente en la gala pero alejado de la polémica

El MVP de las dos últimas temporadas regulares y también afroamericano, Stephen Curry, estuvo presente en la gala pero sin embargo no participó en el acto de denuncia con sus compañeros. La estrella de los Warriors, hijo del también jugador Dell Curry, se ha criado en un entorno más alejado de la realidad social y eso parece afectar a su movilización política. El propio Curry fue otro de los grandes ausentes hace dos años, cuando en la NBA se lucieron camisetas con el lema I can't breathe en alusión a la muerte por axfisia del ciudadano de raza negra Eric Garner a manos de un policía en la ciudad de Nueva York. En aquella ocasión, además de los cuatro de los ESPYS, también se significaron otras estrellas como Kobe Bryant, Kevin Garnett, Derrick RoseKyrie Irving. De momento, Stephen Curry ha vuelto a dejar pasar otra oportunidad de demostrar que detrás de su enorme talento y su inmensa sonrisa hay un trasfondo.

 

Cabe recordar que muy recientemente, el pasado 28 de mayo, un jugador de la NBA resultó muerto ha causa de un disparo. Se trataba del base Bryce Dejean-Jones, jugador de los New Orleans Pelicans, quien murió tras recibir un disparo en el abdomen al confundirse de piso cuando iba a visitar a su novia. El jugador llamó a la puerta y al no recibir respuesta decidió entrar, con tan mala suerte que el verdadero inquilino del piso estaba despierto y atrincherado en su habitación con un arma, que no dudó en usar contra el jugador de los Pelicans. Un incidente que afectó directamente a otra de las estrellas de la liga, su compañero Anthony Davis.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.