Publicado: 17/01/2014 04:00
Aunque el juez Ruz ni siquiera ha decidido aún si admite a trámite la querella interpuesta contra el presidente del Barcelona por la contratación supuestamente irregular de Neymar, Sandro Rosell empieza a dar síntomas de estar demasiado nervioso. ¿Tanto le preocupa que se sepa que el brasileño cobra más que Messi, con lo que eso afectaría al argentino?
La petición de confidencialidad en la investigación que el club catalán ha realizado no sólo fue muy comentada en los juzgados, sino que invita a pensar que, aunque todo pudiera estar en regla, hay algo que el Barça no quiere que se sepa. La única explicación apunta a lo anteriormente comentado.
Pedir confidencialidad a un juez está fuera de lugar, pues, tal y como contestó el propio magistrado de la Audiencia Nacional, está garantizada por la ley. Pero hay más. Pedir que en concreto sólo se incorpore a la causa lo que resulte importante para la investigación también denota preocupación.
El club presentó varios documentos tras la petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de que admitiera a trámite la querella por apropiación indebida. Si ésta es finalmente admitida a trámite, la ley obliga al juez a comunicar a las partes todas las pruebas. De hecho, Pablo Ruz ya advirtió a las partes el uso correcto que debían hacer de la información.
No menos sorprendete es que el Barcelona, que presentó un escrito con alegaciones en las que niega todos los delitos, pida personarse en las diligencias previas abiertas. ¿En calidad de qué? ¿De acusado cuando aún no lo ha sido? En este sentido, el juez Ruz dio al club que un plazo de 24 horas para que le diga en calidad de qué pretende personarse.
Lo cierto es que, tal y como pretende descubrir el socio Jordi Cases, se sigue sin conocer la cantidad el Barça pagó por el fichaje de Neymar. ¿Por qué ocultar a los socios una información que debería ser pública?
Cases cree que el Barcelona pagó por el fichaje 40 millones a una sociedad del padre de Neymar y 17,1 millones en concepto federativos al Santos, cantidades a las que añade 7,9 millones por un acuerdo sobre tres jugadores del Santos y 9 millones más por dos partidos amistosos. La querella habla de la posibilidad de que los contratos que lo sustentaron fueran "simulados".
Lo cierto es que las peticiones de Rosell al juez Ruz más que para disimular lo que hacen es delatarle. En lugar de preocuparte una posible sentencia inculpatoria, y suponiendo siempre que la querella siga su curso, sólo parece importarle que no se sepa lo que el Barça pagó por Neymar y, sobre todo, le paga a Neymar. Claro que siempre pueden volver a renovar a Messi...
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