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"No podemos pedir que la gente pague entradas caras cuando en muchos partidos se sabe el resultado de antemano"

Jorge Valdano, cuya última experiencia en el fútbol fue la de director general del Real Madrid, tiene muy claro su diagnóstico de hacia dónde camina este deporte. Eso sí, evita concretar, pues "cualquier discurso sobre algún asunto de actualidad se prostituye y te conviertes en apestado para una parte de la sociedad o eres bendecido por la otra".

"El fútbol es el elemento simbólico de la globalización", expone Valdano en un coloquio organizado por la revista 'Panenka'. "Uniformiza cultura, pero también concentra el poder. Por eso Barça y Madrid son cada día más grandes. Cuanto más crecen van desactivando lo que hay a su alrededor. El resto de jugadores que no son Messi y Cristiano parecen insignificantes. Para Barcelona y Madrid su mercado es el mundo entero, y el objetivo pasa por conquistar aficionados para convertirlos en clientes. El resto compite en sus provincias".

Con esta panorama, el hispano-argentino ve normal "lo que pasa en la Liga y que ya lo hemos empezado a ver en la Champions". Valdano se refiere a la abismal diferencia entre los clubes poderosos económicanente y el resto. "Dentro de poco sólo 15 equipos tendrán una dimensión planetaria. Los demás vivirán del sentimiento".

"El fútbol se ha ido alejando de la calle, del barrio. A veces las cosas son inevitables. Yo sé cómo vive un jugador del Real Madrid, sobrevigilado, que no puede ir a zonas comunes. Eso le va aislando de la gente. Se juega cada tres días y, lógicamente, el placer de jugar va dando paso al deber". En este sentido, ocurre algo parecido con los aficionados, saturados de fútbol en televisión, con una locura de calendario y horarios infernales.

Claro que, como bien apunta Jorge Valdano, el problema no se queda sólo ahí. "No podemos pedir que la gente pague entradas caras cuando en muchos partidos se sabe el resultado de antemano. La clase dirigente no defiende el orgullo del aficionado de los equipos medianos e ir al Bernabéu o al Camp Nou cada vez es más elitista. Entradas caras que impiden al pueblo disfrutar de este espectáculo. ‘El fútbol es para los pobres’ ya no tiene vigencia”.

Llegados a este punto, saca la bandera blanca, y la del Madrid, aunque bien podría. "Hemos estado aborreciendo el fútbol como negocio y, sin embargo, va a terminar siendo lo contrario, que el negocio salvará el fútbol. Bayern ganó seis títulos temporada pasada y contrató a Guardiola porque con ganar ya no alcanza. 'Como no puedo comprar a Cristiano o a Messi, compro la idea', pensaron. Y se llevaron a Pep. Hay que ganar, pero también hay que hacer que un chino sintonice tu partido y no otro". Triste resumen para una triste realidad.

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