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¿Por qué Obama no quiso salir en la foto con Rosell en la Casa Blanca?

El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, que ayer anunció su intención de presentarse a la reelección en 2016, sigue muy pendiente de lo que sucede en Brasil, donde ha sido acusado de beneficiarse ilegalmente de un contrato sin licitación y de usar un documento falso para organizar un amistoso de la selección de Brasil en 2008. Según el diario 'Folha de Sao Paulo', Rosell recibió 3,5 millones de euros de dinero público y, si es considerado culpable, podría ser condenado hasta a ocho años de prisión.

La denuncia penal fue presentada por el Ministerio Público de Brasilia e involucra también al ex gobernador del distrito federal José Roberto Arruda, desalojado del poder en marzo de 2010, luego de permanecer en la cárcel dos meses por corrupción. De momento, y a la espera de lo que dictamine el juez, lo que es evidente es que al Barcelona no le hace ningún bien que su presidente esté acusado de fraude, por más que sea en Brasil, donde creen que Rosell corre serios riesgos de ser condenado.

Aunque la acusación se hizo pública el mes pasado, este asunto viene de lejos y persigue al presidente azulgrana. Así, en julio de 2011, una delegación del FC Barcelona visitó la Casa Blanca aprovechando que el equipo dirigido por Guardiola estaba de pretemporada en Estados Unidos. En un principio, la idea era que jugadores, técnicos y directivos fueran recibidos por Barack Obama. Sin embargo, y según fuentes que se encargaron de la organización de la visita, la presencia de Rosell obligó a cambiar los planes. La razón, la investigación a la que entonces estaba siendo sometido en Brasil y de la que ahora ha sido acusado.

La Casa Blanca comunicó al Barça que Obama no podía recibir a su presidente, pero, como quiera que Rosell se negó a no estar al frente de la delegación, la visita siguió adelante, pero sin la presencia de Obama. Unas semanas después, el presidente de Estados Unidos dio las gracias al Barcelona por su visita y por las dos camisetas del primer equipo que le regalaron. Lo hizo a través de una carta que Gregory Crouch, cónsul general de Estados Unidos en España, entregó a Sandro Rosell, aunque en realidad no iba dirigida a él, sino a "Dear Friends" (queridos amigos).

"Entre todos debemos construir el futuro que el Barça merece", dijo ayer Rosell. "Queremos seguir siendo un club de referencia por su juego, su gestión, sus valores y que se preocupa por su país. Queremos seguir creciendo, estamos en el buen camino y tenemos la máxima ilusión por el presente y el futuro que nos espera", añadió. Para que todo esto se cumpla habrá que esperar a ver en qué queda la acusación de fraude que pesa sobre su presidente.

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