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El problema es que Alonso trabaja en solitario mientras Ferrari mangonea sin éxito en los despachos

Con poco más de 24 horas de descanso, Fernando Alonso se subirá este martes de nuevo al denostado Ferrari F14T para completar dos jornadas maratonianas de entrenamientos en el circuito de Shakir donde se acaba de disputar el GP de Bahréin.

El español no se cansa de pedir "trabajo" y predica con el ejemplo. Y cuenta como aliados con los mecánicos y demás personal de pista y garaje. El problema, parece claro, reside en Maranello, la fábrica de los bólidos rojos.

Nadie puede afirmar que los ingenieros y demás técnicos de Ferrari sean mediocres. Al contrario. Sin embargo, algo falla. Y cada día se vislumbra más claro que la organización y planificación del trabajo no es la correcta.

Y eso es cuestión de la dirección. Y de la presidencia. Sucede que los jefes de Ferrari siguen mostrando más confianza en su capacidad de movimiento en las entrañas de la Fórmula 1 que en el talento de la Sucderia para fabricar una máquina ganadora.

Sólo así se explica la presión que, con Ferrari a la cabeza, ya han empezado a ejercer varios equipos para intentar modificar el reglamento. Pretenden así minimizar la superioridad de la escudería que este año ha sacado sobresaliente en pretemporada: Mercedes.

Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, se reunió con Christian Horner, director de Red Bull, y barajaron diversas opciones. En vano.

Porque Jean Todt, ex de Ferrari y actual presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), fue contundente: “Hacer una juicio después de dos carreras es como si George Lucas o Brad Pitt hablasen mal de su próxima película tras ver los primeros minutos. Mercedes, Renault y Ferrari sabían hace cinco años que motores tendrían que utilizar este año. Mientras, podemos decir que Mercedes ha hecho un mejor trabajo”.

Todt fue más allá y le dio un toque de atención al propio jefe supremo de Ferrari: “Montezemolo debería hablar primero con sus ingenieros y entonces estaría mejor informado. Siempre ha habido un ahorro de combustible, incluso con los motores V8 del año pasado. ¿Cuántas veces hemos escuchado en la radio: ‘tienes que ahorrar combustible’?”. Esto es la F1, donde siempre pasan cosas, dentro o fuera de la pista. Espectáculo".

Otro palo sin anestesia se lo propinó Carlos Sainz. El piloto español, dos veces campeón del mundo de rallies, publicó un tuit rotundo:

 

Ajeno a este politiqueo, Alonso se prepara en Bahréin para otros dos días de ardua labor en la pista:

En la fábrica y sobre el asfalto es donde se ganan décimas de segundo.

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