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El Madrid, cortijo de Florentino: echó a Ancelotti por quitar a Bale y expulsa a socios que le critican

Bale, Ancelotti y Florentino Pérez, en un acto promocional.

Por fortuna para Florentino Pérez, la temporada ya se acabó, llega el verano y, se supone, vendrán fichajes que ilusionarán al madridismo y pondrán sordina a un creciente movimiento crítico en contra de la gestión del presidente blanco.

Pérez sigue contando con el abrumador beneplácito del madridismo, pero lo de verdad peligroso para el dirigente blanco es que la oposición se basa en argumentos de índole disciplinaria, social e incluso sentimental antes que en lo deportivo.

Por supuesto, un nefasto curso como el recién finiquitado 2014-15 pasa factura, pero lo que realmente sorprende a la mayoría -incluso a los florentinistas- e indigna a los críticos son episodios como el publicado este domingo en el diario As.

En la sección Confidencias que firma Javier G. Matallanas se lee lo siguiente: "El presidente del Madrid contó a sus directivos que Ancelotti no había tenido un trato bueno hacia Gareth Bale, 'un jugador estratégico para nosotros'. 'Una vez le quitó y se lo reproché y Carlo no lo entendió. Desde entonces perdió mi confianza'. Ese reproche se lo hizo tras sustituir a Bale en el minuto 71 en Mestalla. Cuentan fuentes próximas al vestuario que Florentino le dijo algo así a Ancelotti: 'Quitar a Bale es atacarme a mí'”.

Al entrenador de la Décima, al cordial técnico italiano que no ha tenido problemas con nadie le costó el puesto un cambio en un partido a sólo 20 minutos del final. Y Florentino se tomó una decisión técnica como una afrenta ¡personal!

Aparte del estupor que provoca esta actitud desde el punto de vista de la psicología humana, las preguntas de calado se las deben estar haciendo otros jugadores de peso. Por ejemplo, Casillas, Cristiano o Sergio Ramos.

El presidente del Real Madrid apenas ha defendido al portero y capitán de las numerosas y duras críticas que lleva padeciendo desde hace meses; al portugués, máxima estrella mundial del club, Pérez le puso precio y es evidente que anhela derrocarle en el vestuario para entregarle el trono a Bale; y al defensa internacional, el máximo dirigente merengue le maltrata a través de sus terminales mediáticas.

También ha molestado a los aficionados más clásicos la desaparición del tradicional Trofeo Santiago Bernabéu de la faz del calendario veraniego. En su lugar, el Real Madrid organiza giras por los más lejanos países del mundo. Casi siempre con la alargada sombra de ACS -empresa constructora que también preside Florentino Pérez- rondando en los Real Madrid a Australia.

La tensión se ha instalado en algunas esquinas del Bernabéu, y la chispa salta incluso en citas inocuas y solidarias como el Corazón Classic Match de este domingo, un encuentro benéfico cuya recaudación será utilizada por la Fundación Real Madrid y la Cruz Roja en sus proyectos de ayuda infantil.

El Real Madrid se midió al Liverpool -ambos equipos compuestos por futbolistas históricos- y remontó el 0-2 con el que se llegó al descanso, tantos de Kewell y Owen. Roberto Carlos con dos penaltis, Amavisca e Iván Pérez dieron la victoria a los locales (4-2).

Algunos aficionados quisieron mostrar su descontento con la gestión presidencial exhibiendo alguna pancarta crítica y profiriendo tímidos gritos de "Florentino dimisión" mayoritariamente acallados por el resto de los espectadores. Esa actitud provocó la presencia de numerosos guardias de seguridad privada que expulsaron del estadio a los "alborotadores".

Tanto algunos de los expulsados, como otros que fueron testigos de lo ocurrido, así lo denuncian en Twitter con la significativa etiqueta #FlorentinoDimisión:

https://twitter.com/NRM_1980/status/610137652902395904

https://twitter.com/AlcohoNico/status/610120983274516480

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