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Del Bosque y el madridismo desnortado

No va a ser el que esto suscribe el que defienda la lógica de Del Bosque a la hora de confeccionar sus convocatorias. Tan sólo tres equipos de la Liga española representados en la nómina final (lo que confirma que no mira), el mejor futbolista de la temporada (Gabi) ni se acercó a la misma, muchos elementos de la vieja guardia sobrantes aún presentes, el cuentachistes...  Y en el veto al fin levantado al equipo que más ha crecido y más títulos ha festejado en los últimos cinco años, aunque le ha abierto los ojos y las posibilidades, no escoge a los mejores. Y sigue sin un criterio homogéneo. Así que discrepo de la lista del seleccionador, con la subjetividad que me concede el seleccionador que llevo dentro y la objetividad pretendida de pronunciarme de la misma manera ante los mismos comportamientos. Pero no puedo por menos que carcajear ante la corriente abrasiva, compuesta por hinchas y también por periodistas, que pretende tildar de antimadridista la elección y a su titular.

Es verdad que al propio seleccionador no le hace ninguna gracia. Lo dejó dicho en la entrevista que hace unas semanas concedió al diario chileno La Tercera: "Lo que más me duele son los desprecios del madridismo. Nadie puede entrar en lo que yo siento por un club que me ha dado todo. Eso que dicen algunos, cómo va a traer a Jesé, si tiene manía al Real Madrid. Pero si hace dos meses llevé a Nacho, que no lo conocía nadie... Podré haber tenido un mal comportamiento con el presidente (Florentino Pérez), que me equivocara por no ir por una medalla, pero discutir mi madridismo…". Así que al calor de las redes sociales es de suponer que Del Bosque lo estará pasando mal.

Porque aunque los que le han convertido en trending topic por la ausencia de Carvajal, que lleva ahí dos telediarios, son los mismos que hace dos horas le comían la oreja por la ausencia de Arbeloa, el caso es que lleve a todo el universo del Madrid (por otra parte, lo habitual), no hay mucho raciocinio en el reproche, Del Bosque lo lleva mal. Porque le señalan donde más le duele. Y eso, aunque discrepe de ella, concede mérito a su decisión. Menos defendible son ausencias de equipos como el Villarreal, el Athletic o el Atlético, màs duros son los descartes de tipos como Navas o Llorente, pero la propaganda ha reducido hace tiempo el universo al Real Madrid. Es de eso de lo que un individuo se tiene que defender toda la vida.Y pese a todo, Del Bosque no se ha entregado al habitual elogio fácil. Quizás les acostumbró mal con citaciones anteriores en las que no jugar pero pertenecer al club blanco le abría las puertas a cualquiera. En eso esta lista, más allá de la suplencia a medias de Casillas, no peca.

Pero el caso, aunque no conviene prestarle demasiada literatura, es ilustrativo como síntoma. La división del madridismo y la confusión es un hecho. La obra de Mourinho. O mejor dicho, de Florentino. El madridismo ya no es capaz de reconocer ni a los de su misma sangre. Renegar en esa casa de Del Bosque es el colmo. Del Bosque, antimadridista. Tócate las narices...

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