Quantcast

Deportes

El Atlético se queda en blanco

Es pretemporada, un tramo que obliga a contar necesariamente hasta diez. Es pronto y tal. Pero al Atlético se le está haciendo duro el verano. Insoportable para los que se quedan a verlo por televisión. Tres veces se ha dejado mirar ya el campeón de Liga ante equipos de su división y las tres ha resultado un tostón importante. Sin rasguños que lamentar por detrás, pero sin una sola buena noticia por delante. Ni un gol. Y casi casi ni siquiera un uy. Ceguera, sin Mandzukic y con él. El croata produce una sensación peligrosa, como que por posición y velocidad no pega mucho con el modelo. El partido de ayer lo repite en octubre y los berridos del Calderón se escuchan en Navacerrada.

Es pretemporada, un tramo que obliga a contar necesariamente hasta diez. Pronto y tal. Pero a los onces del Atlético, huérfanos todavía de Griezmann, les está saliendo una sospechosa deformación defensiva. Cuando no juega Arda como único delantero, como ante el América, el mister recurre a un trivotazo (Tiago, Mario y Gabi) en forma de paso atrás, como ayer. Y que no produce nada nuevo ni bueno. Casi al contrario, no fue casualidad que el capitán que contagia, vencido a la derecha, jugara posiblemente ante el Galatasaray su peor partido en siglos.

Es pretemporada, un tramo que obliga a contar necesariamente hasta diez. Pronto y tal. Y el Madrid no para de perder. Y el Barça, que tampoco se suelta, aporta más pimienta con esa cantada de Claudio Bravo que provoca ruido y discusión alrededor de la portería. Pero el Atlético tampoco aparece. Sigue rocoso y seguro en asuntos destructivos, se reafirma en esa idea de que va a costar ganarle y hasta hacerle un gol, pero en construcción y ataque está apagado. Se ha quedado en blanco. Y no sólo por esa ofensiva camiseta que ahora le hacen vestir y cuyo color no le corresponde.

Pero es pretemporada, pronto y tal. Cuenten todavía hasta diez.

 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.