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La máquina de demolición blanca también aparece en Éibar (0-4)

Cristiano y James celebran un gol del Real Madrid en Eibar.

El Madrid volvió del parón de selecciones con un jugador menos, Modric, pero con el mismo tono de suficiencia que ha venido mostrando en toda la temporada. La baja del croata, que a buen seguro se notará, fue cubierta por Ancelotti con valentía. Lo fácil, en un campo como Ipurúa, hubiese sido sacar a Khedira, un pulmón, y dejar a Isco o James como revulsivo en el banquillo. Nadie le hubiese protestado, Modric estaba considerado como el equilibrio y la teoría dice que el alemán es el siguiente que mejor puede cumplir con esa tarea de reforzar la estructura defensiva del equipo. Pero no, el italiano fue valiente y decidió ir a competir con toda la clase que había disponible en la plantilla. No le salió mal, terminó reinando con un 0-4.  

La visita a Ipurúa era temida en la parroquia blanca por motivos erróneos. Se piensa en Éibar y a la cabeza llega un barrizal, una caja de cerillas, un laberinto lleno de trampas. Pero no es cierto, como reivindica su técnico, Garitano, su equipo es noble y piensa en el juego, no solo en la supervivencia. Su propuesta es digna de quedarse en primera, como ha demostrado sobradamente en el primer tercio de temporada, pero insuficiente para inquietar al Real Madrid.

Porque el Madrid marca ahora mismo el nivel al que el resto aspiran. En España, sin duda, también en Europa, probablemente. No fue la mayor exhibición que se le ha visto al equipo, más bien sonaba a rutina, un día más en la oficina, pero con la fuerza que se gastan es más que suficiente para no dejarse puntos en una salida que se antojaba difícil. Cierto es que se benefició de un fuera de juego en el primer gol, es entendible la queja del rival, pero también es verdad que con otra narrativa es posible que el desenlace hubiese sido el mismo.

El 0-4, otra goleada más, invita a pensar en los probables récords de este Real Madrid y de algunos de sus jugadores. En 12 encuentros 44 goles, 20 de ellos de Cristiano, que se encamina a reventar cualquier registro que se pueda imaginar. En este poco tiempo ya supera a unos cuantos pichichis de final de temporada. Tampoco hizo un gran partido, no fue tan arrollador como otras veces, pero aún así metió dos goles. Junto a él, que es el primero entre iguales, hay otras estrellas mundiales. Véase Benzema, Bale, James, Isco. Y también en defensa, un lado en el que sufre bastante menos que en otras temporadas.

El Madrid sigue sumando, sin importar el cansancio de los viajes de la semana, sin importar incluso que uno de sus mejores jugadores, Modric, ha desaparecido por un tiempo. La máquina sigue engrasada a la perfección.

Ficha técnica

Éibar: Irureta; Bóveda, Albentosa, Ekiza, Abraham; Errasti, García, Capa, Arruabarrena (Javi Lara, m. 78), Saúl (Lekic, m. 77); y Manu del Moral (Ángel, m.68).

Real Madrid: Casillas, Carvajal, Pepe, Ramos (Varane, m. 71), Marcelo; Kroos, James (Coentrao, m. 77), Isco; Bale, Benzema y Cristiano (Arbeloa, m. 82).

Goles: 0-1: James (m. 22). 0-2: Cristiano (m. 43). 0-3: Benzema (m. 69). 0-4: Cristiano (m. 82)

Árbitro: Fernández Borbalán. Mostró amarilla a Irureta, Ramos, James, Arruabarrena, Errasti, Albentosa

Estadio: Ipurúa.

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