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Más leal a Jorge Mendes que al Atlético

No pudo ser. El de este domingo no fue finalmente el último artículo de 2013 sobre Cristiano y ya no se descarta que este martes haya que volver. Cristiano hasta el último día. Que ahora se desdice y hace correr la voz de que cuando se autoproclamó como el futbolista que más se había merecido el Balón de Oro, este año y todos los anteriores, simplemente bromeaba. Y que se le manipuló, que percibe una insistente campaña en contra suya y de su imagen. Tócate la bolsa escrotal, que diría el castizo Luis Ángel Duque…

Pero lo peor estaba por llegar. Diego Costa, atlético hasta que Mendes diga, siguiendo la disciplina de voto marcada por su representante, que es el mismo que el de Cristiano, se pronunció abiertamente a favor del portugués para el Balón de Oro. Otra vez, como Falcao, como si tampoco hubiera estado allí en el Bernabéu el 17 de mayo, como si no vistiera la camiseta que viste ni estuviera obligado a guardar las formas, por simple gratitud, con los hinchas que le defienden y veneran.

Cuando Zidane, segundo entrenador del Madrid e ídolo mayor del Bernabéu, se postuló por Ribery para ganar el Balón de Oro, el madridismo lo interpretó como una traición extrema. En el mejor de los casos fue un acto de profunda torpeza. El francés, que entendió o le hicieron entender su delito, rectificó al instante y hace unas horas insistió en que sus preferencias son para Cristiano. 

Es sólo política, no fútbol, pero el caso de Costa es nuevamente de lo más ilustrativo. Los jugadores son más de sus representantes, en este caso del Mendes Fútbol Club, que de los equipos que le pagan el sueldo y las aficiones que les llenan de cariño, incluso cuando se trata del Atlético. Por méritos, el ariete español podría reivindicarse incluso a sí mismo para el galardón, aunque no estaría bien. Pero no es la humildad lo que le frena, sino la sumisión absoluta al agente que dirige su carrera. No miente por sus colores, sino por su gestoría. Y le importa un pito a qué oídos ofenda. Los madridistas celebran su declaración como una victoria. Lo es.

Que le den de una vez el Balón de Oro a Cristiano y terminen los destrozos emocionales. Qué más da ya que sea o no justo. A este paso van a hacer cantar incluso a Iniesta y al mismo Messi. Faltan todavía unos días. ¿Qué será lo siguiente?

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