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A punto de desmayarse en una caída libre a 1.342 kilómetros por hora

Felix Baumgartner, de 43 años, también batió el récord al vuelo en globo tripulado de mayor altura después de que su aparato superase los 37 kilómetros. El austríaco ascendió dentro de una cápsula amarrada a un enorme, pero extremadamente delicado, globo de helio. Su ascensión a la estratosfera, con un globo cuyo grosor no superaba los 0,002 centímetros, unas diez veces más fino que las bolsas de plástico convencionales, duró más de 2 horas y media y su descenso se constató en 4:19 minutos.

De esta forma, el austríaco Baumgartner ha superado al norteamericano Joe Kittinger, de 84 años, que se arrojó al vacío en el año 1960 desde 31.333 metros, cuando pertenecía a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos.

Baumgartner ejecutó el salto con la cabeza por delante para evitar perder el conocimiento e incluso haber sufrido una hemorragia cerebral. Sus primeras palabras, durante el salto, provocaron el alivio de toda la estación de control. "Estoy bien, estoy bien", repetía el paracaidista. El austríaco ya realizó un intento el pasado martes pero tuvo que ser suspendido por exceso de viento, ya que superaba los 40 km/h mientras que no puede sobrepasar los 10 km/h para que el salto fuese viable en la denominada misión 'Red Bull Stratos'. Con esta misión se pretende desarrollar una nueva generación de trajes espaciales a fin de conocer los efectos sobre el cuerpo humano de la aceleración y desaceleración supersónica.

"Ha sido más difícil de los que todos nos esperábamos", dijo Braumgartner al poco de regresar a la Tierra

"Ha sido más difícil de los que todos nos esperábamos", declaró en exclusiva en su primera entrevista a la televisión austríaca Servus, propiedad del patrocinador del proyecto. "Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido", agregó, debido a la violencia de la caída por la velocidad de 1.173 kilómetros hora que alcanzó en los primeros 40 segundos. "Estás bajo presión, no sientes el aire", declaró.

A pesar de esos momentos críticos Baumgartner no quiso abrir un paracaídas especial para estabilizar el descenso y dijo que siempre supo lo qué estaba sucediendo durante la caída. "Desde el punto de vista de la consciencia, siempre he sabido lo que sucedía", dijo. "Ha sido muy difícil. Estás deshidratado, estás cansado. Ahí arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma diferente. Ha sido muy difícil, espero que hayamos superado la barrera (del sonido)", declaró.

"Estás deshidratado, estás cansado. Ahí arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma diferente"

Los cálculos de la misión prevén que ha roto la barrera del sonido en los primeros 40 segundos de caída libre, cuando ha acelerado en ese espacio de tiempo hasta 1.173 kilómetros por hora. "No he sentido ese golpe sónico, creo que pasa detrás de uno, estaba demasiado ocupado manteniendo el control. No tengo ni idea de si he volado a través de la barrera (del sonido)". Baumgartner logró controlar el descenso y evitar caer en barrena, lo que le podría haber llevado a perder la consciencia o sufrir una hemorragia cerebral en caso de girar de forma descontrolada.

La caída libre de Baumgartner ha sido de cuatro minutos y 19 segundos, por lo que no ha podido romper el récord anterior, de cuatro minutos y 36 segundos, en posesión del citado Joe Kittinger.

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