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Cultura

"Susúrrame al oído tu curriliculum vitae" y otras 5 frases para levantar una biblioteca

Un detalle de la portada del poemario de Óscar García Sierra.

"Susúrrame al oído tu curriculum vitae". Con ese solo verso se puede sostener un viaducto… y derrumbarlo. Pero ésa no es la única de las vigas de plata que sujetan Houston. Yo soy el problema, poemario del veinteañero Óscar García Sierra recientemente publicado por Espasa y que preside el podio de los díscolos para este invierno. Sí, los díscolos: aquellos libros que sin ser completamente una cosa ni otra –poesía o aforismo; ensayo o post-, descerrajan en algunos casos belleza, en otros ingenio y acidez. Justamente porque podrían ser una cosa y su contrario, vale la pena decir que, a efectos de esta selección de libros, el criterio novedad no es lo que los unifica. Hay algo más inflamable que los obliga a agruparse. Los cinco volúmenes que integran esta (casi)lista no son estrictamente novedades. En ellos, lo urgente está en otra parte: la capacidad de sorpresa que los singulariza.

Sí, los díscolos: aquellos libros que sin ser completamente una cosa ni otra –poesía o aforismo; ensayo o post-, descerrajan belleza e ingenio

Decíamos, entonces: "Susúrrame al oído tu curriculum vitae". Nadie sospecharía que semejante verso se desprende de un poema titulado Hannah Montana. Pues sí. Se despeña desde ahí como una cornisa y compone una de las muchas pedradas que se esconden en el primer volumen de poesía del leonés Oscar García Sierra (1994). Estas páginas han sido escritas desde móvil en el baño en una noche de fiesta o pertenecen a una lista de tweets que no vieron la luz. Abundan referencias a Britney Spears, Lydia Davis o Spring Breakers. Un libro que va de Fast and Furious hasta la Deep Web. "Es el libro que le hubiese gustado escribir a David Foster Wallace" asegura el joven poeta, tan ancho y si despeinarse siquiera. Escrito con cierta irregularidad –grandes momentos y algunos bajones-, este poemario está jalonado por fogonazos que dan pistas de por dónde viene y hacia dónde puede ir un escritor lleno de juventud y mala baba. "Para que mis padres piensen que aprovecho el tiempo que paso en mi cuerpo/ voy a comprar globos y darles la forma de tus medicamentos favoritos". En nombre de eso vale levantar una petición. Que no se sequen ninguna de las dos: ni la juventud, ni la mala baba de García Sierra.

Los integrantes de Aviario poseen además espacio para anotaciones, ejercicios y hasta un mapa ornitológico de las redes sociales.

A ésa siguen otras frases del tipo 'clavo ardiente' de las que valdría la pena colgar la parte derecha de nuestro cerebro. Muchas de ellas están contenidas en Aviarlo (Catarata), un compendio que refleja una relación de los personajes que pululan por Facebook y Twitter en sus versiones orinitológicas, una guía ingeniosa escrita por el periodista Mario Tascón y acompañada por las ilustraciones de Javier Tascón y en la que acaso cual greguerías o brevísimas descripciones,, ambos levantan un atlas que avista los comportamientos y actitudes tipificables de las personas en las redes sociales, por ejemplo: el Gallo, el que siempre se pavonea en muros ajenos escribiendo siempre en mayúsculas; el Cuervo, aquel que usa tweets de otros sin citar, en contraposición de la Urraca, que comparte todo cuanto consigo. Y así hasta más de 50 tipos de aves… y personas. Escritos con agudeza e ilustrados con belleza, los pájaros de Aviario poseen además espacio para anotaciones, ejercicios y hasta un mapa ornitológico de las redes sociales. Se trata de una edición limitada y seriada difícil de conseguir, pero sin duda una joya para leer y de los que pueden verse algunas versiones aquí.

Los libros de García Sierra, Tascón y Juan Manuel Gil.

A mitad de camino entre la poesía, el aforismo y el diálogo, Libros El Gaviero editó Mi padre y yo. Un western, de Juan Manuel Gil. En este caso, de novedad poca (se publicó en 2012), pero…¿eso importa cuando un libro te deja petrificado? En sus no más de 60 páginas, este pequeño volumen editado a la manera de los folletines de aventuras que se vendían en los kioscos, recoge los diálogos que sostienen un padre y un hijo. ¿De qué hablan? De cualquier cosa. Ambos conservan una voz adulta refugiada en la relación infantil. Juan Manuel Gil revive en este ejercicio la inmensa curiosidad que generaba en él las pequeñas novelas de serie Western que su padre devoraba al llegar a casa del trabajo. Aunque en verdad su curiosidad es otra, acaso el personaje que se esconde tras esa primera imagen. Un ser enternecedor desde su silencio.

“Mi padre: ¿Qué haces?

Yo: Corrijo un poema.

Mi padre: Conociéndote como te conozco, mejor usa un lápiz”

Es un libro biográfico, lleno de ese amor que une a los niños y los hombres que aún se recuerdan como tales. Sus páginas resumen ese espíritu camarada de la épica del Lejano Oeste. En ellas, el lector puede ver cómo se extiende la edad de los personajes en el tiempo hasta la edad actual: eso no quiere decir que envejezcan al mismo tiempo; a veces uno es el niño, el otro el adulto; en otras, ambos son el niño o ambos el adulto peor tocados, insisto, por una infancia permanente. Juan Manuel Gil lo deja muy claro: “El fin último de este libro será el que desee el lector. Yo sólo me atrevo a enumerar las seis balas a las que mi padre suele sacar brillo: humildad, ingenio, rapidez, sentido del humor, brevedad y mucho, muchísimo silencio”. Este pequeño y luminoso volumen no falla ni uno de esos disparos.

Regreso al futuro nos enseñó que nuestros padres son “tan complicados como nosotros”, asegura Freeman

En su línea de desconcertar -sus títulos son raros y cautivadores- Blackie Books edita The Time of My Life, un ensayo escrito por Hadley Freeman, una autora que se ha convertido en una referente del nuevo análisis del feminismo a través de la moda, el cine y la cultura de masas y que ha volcado en el diario The Guardian  algunas de las reflexiones que se incluyen en estas páginas. El tema central se concentra en cómo el cine de los ochenta –sí, el cine; sí, de los ochenta- nos enseñó a ser “más feministas y más humanos”. ¿De qué manera? Su razonamiento tiene algo de revisión histórica y de sociología del nostálgico. Aquellas películas, dice Freeman, nos preparaban para la vida. Sin caer en la ñoñez, el libro se permite explorar la bisagra de un cine que no era el del Hollywood de los años sesenta ni la máquina picadora de carne de los noventa, sino un espacio algo más cándido en el que los treintañeros nacidos en esos años encontraron no pocas lecciones, que ahora ven con otros ojos: sobre Dirty Dancing, que según Freeman nos enseñó que las mujeres abortan mientras que Regreso al futuro demostró que nuestros padres son “tan complicados como nosotros”.

EL libro de Hadley Freeman y a la derecha, el de Pablo Gallo.

Una frase cierra esta enumeración que nunca fue tal: "La q es la p que vuelve de paseo", de Ramón Gómez de la Serna, y que se incluye en el Libro de las invocaciones. Antología de citas y espíritus, un volumen publicado por Reino de Cordelia y del que sólo se pueden esperar buenas comillas y magníficos traazos. Basándose en Diccionario de símbolos, de Juan Eduardo Cirlot, como guía, el ilustrador y escritor Pablo Gallo propuso a 131 escritores españoles de todas las edades, procedencias, condiciones y estilos –desde Enrique Vila-Matas hasta Andrés Barba- que seleccionaran una frase de un autor muerto. El resultado es este libro con 262 retratos que pretenden abrir una puerta al diálogo entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos, unidos, claro, por el largo río de la literatura, que todo lo puede, o todo lo ahoga, dependiendo de la brazada del lector, y de si es avispado... o no. Libro de las invocaciones se presenta este viernes 19 de noviembre, a las 19.00 horas, en la librería Librería Lé (Paseo de la Castellana, 154, Madrid)

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